—Eh... Pero no conozco tan bien a tu tía... —Su Yu se sintió algo indefenso.
—Nadie nace conociendo a nadie. Ustedes eventualmente se conocerán, ¿verdad? No seas tímido… ¡Solo ve! O puedes ir con nosotras... De esa manera no será tan incómodo, ¿verdad?
—Está bien. Si ustedes dos vienen, no creo que salga nada bueno de ello y será más incómodo.
Las gemelas y Su Yu continuaron discutiendo en la habitación hasta que Su Yu salió con el regalo y una sonrisa de satisfacción en su rostro.
—Guau… ¿Tienes un regalo? Es obvio a quién favorecen. —Wei Liao bromeó.
—Su Yu, a los ojos de las gemelas, eres un super VIP. —Zhu Lingling bromeó también.
—Nací para ser amado. No hay nada que pueda hacer al respecto. —Su Yu se jactó.
—¿Cómo es que escuché que las gemelas recibieron una paliza por este regalo? —Jiang Xiaowei preguntó en broma.