Los expertos estaban a punto de hacer su movimiento cuando la voz de una mujer sonó desde la puerta.
—No lo toques.
Todos se dieron la vuelta y vieron a una extraña joven parada en la puerta con una caja roja en la mano.
—Puedo salvarla, ustedes regresen.
La mujer caminó hacia ellos, sin aliento... Parecía haber llegado con prisa.
—Chu, ¿conoces a esta persona? —Gao Ran se sorprendió.
Qin Chu estudió la apariencia de la mujer y descubrió que era una extraña. Sin embargo, se sintió muy familiar.
No podía recordar en ese momento...
Todos se sorprendieron. Vieron a la mujer sacar un mini decodificador y pegarlo en el explosivo de Porotito.
Pasó una tarjeta y con dos pitidos, la cuenta regresiva se detuvo.
Los expertos quedaron atónitos.
—Espera, ¿qué diablos? —Gao Ran pensó que estaba en un sueño.
—Tú eres... —Qin Chu había supuesto quién era ella, pero se veía diferente.