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—También estoy pensando en eso, abuelo Su —contestó con una sonrisa Huo Mian.
—La guardería en el distrito del ejército es muy buena. Hay buena seguridad y la escuela es estricta... Lo mejor es que si quieren unirse al ejército cuando crezcan, pueden solicitar una plaza con requisitos menores.
—Papá, son niñas. ¿Por qué necesitarían ir a la escuela militar? ¿Estás envejeciendo mucho?... Mian estaría extremadamente preocupada si se unieran al ejército... Aunque ella y Chu lo permitiera, nosotros no... El ejército es duro y tú deberías saberlo mejor que nadie más —el señor Su parecía estar muy preocupado por las niñas.
—De qué hablas... Por más de que el ejército sea duro, entrena a la gente... Además, proteger al país es el honor más grande que alguien pudiera tener...
Cuando el anciano dijo eso, sonó muy solemne.
Huo Mian y Qin Chu se miraron y sonrieron.