Huo Mian miró fijamente a Qin Chu durante tres segundos antes de echarse a reír.
—Cariño, deja de intentar asustarme, ¿está bien? Podemos hacer bromas sobre cualquier cosa, pero bromear sobre el divorcio trae mala suerte, en serio... Mi mamá dice que, si las parejas hacen bromas sobre el divorcio, un día realmente se divorciarán.
—Mian, no estoy bromeando —dijo Qin Chu mientras se ponía de pie y se dirigía arriba.
Huo Mian se puso de pie inmediatamente y lo siguió a toda velocidad. Se puso nerviosa y sintió bronca por lo que Qin Chu había dicho, aunque estuviera bromeando. Quería ver qué estaba tramando su esposo, ¿intentaba sorprenderla con algo?
En su habitación en el piso de arriba:
Huo Mian entró junto a Qin Chu, pero, antes de que pudiera decir algo, él sacó un papel y lo dejó sobre la cama.
—Échale un vistazo. Si no hay ningún problema, firma.