—Mamá... Odio a Su Yu —Song Yishi objetó inmediatamente con un rostro triste.
—No importa si te agrada o no, la familia Su acaba de llamar y el comandante rechazó gentilmente mi propuesta —el alcalde Song se acercó a su hija y a su esposa, algo insatisfecho con la situación.
—Estupendo, no planeaba tener una cita con Su Yu de todos modos. Realmente no me gusta ese hombre, no es nada comparado con Qin Chu... —Song Yishi difamó de forma agresiva a Su Yu.
—Yishi... Permíteme preguntarte, ¿estás decidida a interferir en el matrimonio de Qin Chu?
Aquella era la primera vez que el alcalde Song le preguntaba a su hija algo tan serio. Song Yishi respondió sin dudarlo: —Sí.
El alcalde Song miró a su hija con algo de decepción.
—Yishi, hay tantos peces en el océano, ¿por qué estás tan obsesionada con el único que no puedes tener?
—Nadie es tan extraordinario como Qin Chu.
—Pero tiene esposa... —interrumpió la madre de Song Yishi.