—¿Por qué iría a verte?
—Quien sabe, tal vez quería ver cómo se veía la esposa de Qin Chu.
—Jaja, sí que es curiosa
Qin Chu casi no demostró reacción. Él solo conocía a Song Yishi de cuando tenían ocho años, y no se recordaba mucho de ella. A través de los años, ocasionalmente escuchaba al alcalde Song o a su esposa mencionarla.
Qin Chu de verdad no sentía nada por Song Yishi, pero ella era muy buena en hacer sentir su presencia luego de regresar a China. Justo ayer, ella fue a almorzar con ella, y hoy fue a ver a Huo Mian.
—Ella almorzó conmigo en South Side pero no dijo mucho. Es muy bonita y elegante, como una chica de clase alta. Lástima que no me agrada.
—¿Es porque la tratas como a una rival romántica?
—¿No lo es? —preguntó Huo Mian.
—Claro que no lo es, no hay nada entre nosotros, además hace 18 años que no nos vemos. No me digas que estás celosa, no tiene sentido.
Qin Chu sonrió y continuó organizando documentos.