—No voy a ayudarte gratis, no soy una santa. Tengo condiciones— Huo Mian dijo cada palabra lentamente.
—¿Cuáles son tus condiciones?
—Sé una buena madre, sé la madre de Ni Yang. Sé la madre que se suponía que fueras, pídele disculpas, ruégale perdón. Y luego cuida de él, compénsale todos los años que le debes.
—¿Qué? — Xie Juan estaba algo confusa.
—¿Qué? ¿Es tan difícil que no puedes hacerlo? Si no puedes, no tengo nada más que decirte. No me importa ese hijito tuyo, podemos dejar que el destino haga lo suyo.
Huo Mian se paró como para irse luego de decir esto. Xie Juan se paró inmediatamente y detuvo a Huo Mian.
—No te vayas. Accederé a tus condiciones siempre que puedas salvar a Shuai Shuai.
Huo Mian miró a Xie Juan con lástima.
—Ambos son tus hijos, y vinieron de ti. ¿Por qué eres tan áspera con Ni Yang y tan buena con el otro?