—Presidente Qin, no fue mi culpa. Esto fue idea de la joven señora —explicó apresuradamente el asistente Yang.
—¿Mian? ¿Cuándo dio esta orden?
Qin Chu estaba algo sorprendido.
—La joven señora acaba de llamar, dijo que se lo diría a usted personalmente y es por eso que llamé a la directora Jiang.
—De acuerdo, lo entiendo.
—Presidente Qin, ¿Qué deberíamos hacer con respecto a esto? ¿Debería hacerle caso a usted o a la joven señora? —preguntó el asistente Yang, sonando dudoso.
—Sigue las órdenes de mi esposa.
—De acuerdo.
El asisten yang suspiró aliviado al oír lo que dijo el presidente.
Escoger confiar en la joven señora en verdad resultó ser la opción correcta, su jefe se merecía el premio al "Mejor Esposo de China"
-Del otro lado de la ciudad, en un restaurante occidental.-
Luego de que Su Yu terminó su comida junto a Jian Tong, era hora de marcharse.