—No te preocupes mamá, no obtuve este de los Qin. Es de mi salario. No necesito nada, así que no tiene sentido que tenga este dinero. A tu tienda no le está yendo tan bien en estos días, y siempre te estás conteniendo incluso de comprar comida. No deberías ser tan dura contigo mima. Zhixin y yo ya estamos grandes, así que es hora que empieces a disfrutar tu vida.
Sin importar lo que su madre había dicho, Huo Mian aun así metió el sobre en el bolsillo de su delantal. Dentro del sobre había veinte mil yuanes.
Huo Mian no se atrevía a darle mucho dinero a su madre, ya que si le daba demasiado, su madre aun así no lo gastaría, y era inseguro tener esa cantidad de dinero en casa.
—De acuerdo entonces, te guardaré esto y te lo daré cuando lo necesites más adelante.
—Yo no lo necesito, solo considéralo como gastos de mantenimiento. Mamá, si quiere volver a tu pueblo natal, podría tomarme un descanso del trabajo e ir contigo.