—No te voy a dejar ir hasta que me digas qué te pasa.
Ella nunca había visto a Huo Siqian tan serio.
—Mi gastritis reincidió.
Al ver a Huo Siqian tan terco, Huo Mian no tuvo más remedio que rendirse con la cabeza gacha...
—¿Tu gastritis reincidió? —dijo Huo Siqian frunciendo el ceño.
Antes de que Huo Mian pudiera responder, la llevó hasta la farmacia del hospital. Él sabía a dónde ir mejor que ella.
—Deme unas pastillas de omeprazol magnésico con recubrimiento entérico —dijo Huo Siqian con ansiedad a la persona que estaba junto a la ventana de la farmacia.
La enfermera que estaba en el puesto de la farmacia acababa de tener una siesta, por lo que sus movimientos eran lentos... ella se levantó aturdida.
—Apúrese —dijo Huo Siqian aumentando el volumen de su voz, asustando a la enfermera.
Ella no se atrevió a ignorar a Huo Siqian e inmediatamente le consiguió la medicina...