—No, me transfirieron a otro departamento y el hospital me dio tres días libres.
—Oh, te transfirieron, ¿A dónde? —preguntó su vecina la tía Wu, entusiasmada.
Huo Mian respondió con una sonrisa: —Al laboratorio del hospital. Todo lo que tengo que hacer son análisis y extracciones de sangre.
—Eso es muy bueno, mucho más fácil. Le había dicho a tu madre que te diga que no trabajes en el departamento de obstetricia. Es demasiada responsabilidad. Las embarazadas de ahí son tan delicadas y quisquillosas. Si no las tratas de la manera en que ellas quieren te harán la vida un infierno, así que es bueno que te hayan transferido.
—Así es. Es relativamente más fácil, y no tengo que hacer más guardias nocturnas.
—Oye Mian, ¿por qué no vino contigo tu novio?
Los vecinos eran bastante habladores. Algunos de los amigos de su madre eran entrometidos y no podían evitar preguntar sobre ello.
—Hemos terminado.