—Oh, entra entonces. Solo dame un minuto, iré a lavarme —respondió Huo Mian abriendo la puerta y dejando entrar a Ning Zhiyuan.
Al entrar, observó lentamente el pequeño lugar, y su pecho se llenó de una compleja mezcla de emociones.
Aun recordaba lo emocionado que estaba la primera vez que se mudó con Huo Mian. A pesar que dormían en diferentes habitaciones, el simple hecho que podían estar juntos desde el amanecer hasta el anochecer lo llenaba de alegría. Si no hubiese sido por el incidente la noche de su reunión de preparatoria, talvez su boda ya habría sido celebrada.
Ning Zhiyuan en verdad odiaba a ese ex-novio de Huo Mian. Habían terminado hacía ya varios años. ¿Entonces por qué tuvo que regresar y molestarlos?
Si era tan rico, ¿por qué no simplemente se consiguió otra novia? ¿Por qué tenía que aferrarse a Huo Mian?