—Esa mezcla nunca funcionará —dijo Asher, sentado frente a Alyssa.
A medida que se acercaba el final del año, había tenido varias conversaciones breves con Alyssa.
No sabía qué era lo que lo mantenía allí. Esta era la primera vez, aparte de su familia y Damian, que había estado hablando tanto tiempo con alguien más.
Asher pasó la página y deslizó el libro a través de la mesa.
—Busca esto —dijo Asher, encontrando los ojos de Alyssa.
—Vale —respondió Alyssa mientras aceptaba el libro y su consejo.
Al principio, le molestaba conversar con Asher porque pensaba que se burlaba de ella, pero él solo la corregía cuando la veía hacer algo incorrecto.
Su conversación nunca se volvía personal ni se extendía más allá de los límites de la gran sala vacía llena de incontables libros.
Ocasionalmente, Alyssa alzaba la mirada para observar a Asher.
«¿Por qué, por qué tienes esos ojos?», se preguntaba Alyssa mientras su frustración crecía.