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84.18% Un Rudeus diferente / Chapter 156: El secuestro se Zenith

Bab 156: El secuestro se Zenith

Al otro día, hablé con Cliff más calmadamente sobre lo que había pasado.

—Santo Milis, Rudeus, ¿insultaste de esa manera a esa pobre anciana?

—¿Pobre anciana? ¿Qué tiene de pobre esa maldita Tutankamon? Anuló unilateralmente el matrimonio de mamá con papá y quiere casarla de nuevo, sin mencionar que dijo indirectamente que Nana es un animal, y trato a Aisha como si fuera basura.

—¿Eso dijo de Nanahoshi ?

— Bueno, no, pero dijo que una mujer que no puede dar a luz es un animal.

—Escucha, Rudeus, no estoy de acuerdo con tu comportamiento; sin embargo, anular el matrimonio de tus padres es ilegal y podría traer problemas con el reino de Asura, considerando tu posición y la de tu padre en las fuerzas de Ariel. Por ahora, mantente en esta casa; este distrito es territorio papal, los cardenalistas no se atreverán a entrar aquí sin que haya consecuencias.

—¿La estas defendiendo Cliff?¿Estas del lado de ella? .

—Claro que no. Escucha, quiero que te calmes; si pierdes el control y atacas a los Latreia , podría traerte problemas con el reino o la iglesia de Milis

—Bien, bien. Maldita sea, maldita bruja, maldita mujer, de solo recordarlo me hierve la sangre .

—Pronto hablarás con mi abuelo, no te preocupes, recuerda porque estas aquí, para hablar de la resurrección de Laplace ¿o lo olvidaste? .

Escucha Rudeus , por ahora buscaré a alguien que ayude en casa, ya que son mis invitados y Aisha no tiene por qué estar haciendo los quehaceres. Te aconsejo buscar un edificio y comprarlo; mi abuelo te dará el permiso por los mercenarios. Ahora, sobre los libros y la estatua del Superd, eso deberás hablarlo con él en persona. Relájate, sal con tu madre y Aisha a pasear por la ciudad, y trata de calmarte. Los Latreia deben saber que eres un emperador del norte y no intentarán nada por ahora.

—Bien, bien, conoces mejor la situación de Milis que yo; confío en ti, Cliff. Sin embargo, cuidado, esto me huele a cómo actúa el hombre dios.

—¿Crees que la condesa Claire es una apóstol?

—Orsted dice que es poco probable; sin embargo, Carlise puede estar detrás de esto o algún empleado de los Latreia, incluso el cardenal, por eso ten cuidado, Cliff.

—¿Qué hay de mi abuelo, el puede ser un apóstol ?.

—Lo dudo, tu abuelo es integracionista; el hombre dios no le conviene que acepten a los demonios.

— Ya veo, bien, yo ahora buscaré a alguien para ayudar en casa.

Salíamos a pasear con Zenith por Millishion, siempre en compañía de Aisha y yo, que íbamos armados con nuestras espadas, y aprovechabamos esos momentos para hacer las compras. Además Aisha aprovecho y compro un edificio en el distrito aventurero, donde aproveche de crear un subterráneo donde cree un círculo conectado a la cabaña y habilite una tablilla de contacto.

Una mañana, cuando me dirigía a la cocina, encontré a Cliff abrazado con una chica. Cuando lo vi, una burlesca sonrisa se formó en mi rostro.

"Mira tú al enano caliente, dándome sermones por tener cuatro mujeres, y aquí lo pillo con las manos en la masa. ¡Jajajaja, maldito calenturiento!"

Mmmmmgr Mmmmmgr. Hice un ruido para que supiera que estaba ahí.

—"Oh, Rudeus, podrías bajar esa caja; ni yo ni Wendy alcanzamos," —dijo Cliff— ella cayó tratando de bajarla. "Mira, se dañó el tobillo cuando cayó."

Al fijarme bien, era cierto: la chica había caído y Cliff la había sujetado. Me sentí mal por ser mal pensado.

—"Claro, viejo," —dije, pasándole la caja de la que sacó un parche de la iglesia de Milis, que la chica empezó a coser en su sotana.

—"Ella es Wendy, es una amiga del orfanato; desde hoy será mi becaria."

—"¿Tu becaria? ¿Como Mónica Lewinsky con Bill Clinton?"—le dije sonriendo burlandome de el—porque esa historia no termino bien Bill, digo Cliff.

—¿De qué demonios estás hablando, Rudeus?.

—Lo siento, es de una historia del mundo de Nana; te la contaré otro día.

—Se nota que ella te ha contado muchas cosas de ese mundo; últimamente haces referencias muy raras, amigo.

Sí, como sea. Mucho gusto, Wendy; soy Rudeus Greyrat, el mejor amigo de Cliff.

—Mucho gusto— me dijo la chica. Es flaquita y bajita, pero muy bonita, lo que me hace temer qué ahora sea Elinalise a la que le salgan cuernos.

—Ella se encargará de mantener limpia la casa y cocinar, dijo Cliff.

—Me parece bien.

Esa noche, en la cena, le explicamos a Wendy la situación y los problemas con los Latreia, y que nos informará si ve a algún cardenalista merodeando por la casa, ya que al otro día, tenía mi audiencia con su santidad .

A la mañana siguiente, luego de un contundente desayuno, partí con Cliff a la catedral y dejé a Aisha cuidando a Mamá. Confío en ella; además, es muy capaz con la espada, no debería tener problemas. Así que nos fuimos caminando con Cliff, y ya lejos de su casa le pregunté :

—Oye Cliff, así que, ¿Wendy y tú? .

—No especules tonterías, Rudeus por favor ; ella es mi amiga, es algo así como Silphy lo es para ti.

— ¿Ella es tu Silphy? Ya lo sabia pequeño degenerado escribes sermones con una mano y lo borras con la otra, ¿que diría Elinalise e Isolte si supieran?, eres como todos los hombres —le dije haciéndole un desprecio, burlandome de el.

—No quise decir eso—, dijo Cliff al borde de un ataque—me expresé mal. Ella era mi mejor amiga del orfanato, mi amiga de la niñez, como tú y Silphy, que eran amigos de niños. Y deja de decir eso; si te escuchan, pensarán mal de mí.

—Jajajaja, tranquilo, no le diré ni a Elinalise ni a Isolte; seré una tumba.

—Ya, cállate, solo amo a Liz. Deja de fastidiarme con Isolte, no soy como tú, —dijo, echando espuma por la boca.

—Ya, tranquilo, jajajaja. Dios, voy a extrañar molestarte cuando deba regresar.

—Sí, pero iré a visitarlos cada cierto tiempo. Bien, aquí estamos, bienvenido a la catedral de Millishion—, dijo Cliff, mostrándome un gran edificio con una cúpula dorada que me recordó a esas iglesias rusas ortodoxas, pero esta iglesia funciona más parecido a la iglesia católica. Aunque me imaginaba algo más parecido a la Ciudad del Vaticano, si bien no es tan grande, no deja de ser un gran edificio.

Aunque, mirándola bien y considerando que, Millishion parece una ciudad española o italiana medieval, la catedral tiene un aspecto ruso no combina para nada con el resto de la ciudad.

Entramos, pero cuando íbamos a ingresar, un caballero nos paró en seco.

—Él no puede ingresar, padre Grimoire—dijo el caballero refiriéndose a mi.

—¿De qué habla? Tiene una audiencia con su santidad.

—Lo siento, padre, pero debe tener un pase; aunque tenga audiencia, va a tener que buscarlo.

—Pero yo puedo entrar con un invitado.

—Me temo que no, padre; las reglas cambiaron hace años. Deberá buscar un pase para su invitado; ni siquiera el rey de Milis puede entrar sin el pase.

Ya veo, lo siento, Rudeus, es mi culpa no me habia aprendido las nuevas reglas , espérame un poco; voy a conseguir ese pase para que puedas reunirte con su santidad.

—Claro, no te preocupes,— dije mientras me dediqué a pasear por los hermosos jardines de este lugar. En eso estaba hasta que llegué a unos árboles que estaban dando una flor rosada, parecida a cuando florecen los damascos y duraznos. Creo que se llaman árboles Saraj; en Asura está lleno de ellos. De hecho, a Ariel le gusta pasear por su jardín, que está repleto de ellos, varias veces hemos paseado por ahí y cuando nadie nos ve me lleva tras unos arbustos para besuquearnos . Mmm, me pregunto, ¿qué está haciendo Ariel? ¿Cómo estará Edward?, mmm que raro por alguna razón los extraño, como a mis esposas e hijos, debo haber formado alguna especie de vínculo afectivo cuando estuve en su parto, si eso debe ser, pensé para mi mismo.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando de pronto, unas risas me devolvieron a la realidad.

Me di cuenta que me había alejado bastante de la entrada de la catedral.

—¡Qué hermosos árboles!—decía una mujer Rubia, que recorría por ahí muy alegre.

—Claro que lo son, bendita, fue un regalo del reino de Asura cuando su Santidad empezó su pontificado —dijo uno de caballeros, de rostros toscos, bien dejaditos de la mano de Dios, quienes cuidaban a esta hermosa mujer de unos 20 años y algo entradita en carnes.

Vaya, el novio de esta chica debe dormir calentito en invierno y tiene mucho de dónde agarrar, seguro goza dos veces cuando se le sube y cuando se le baja pensé.

¡Qué maravillosa es la bendita! Es el orgullo de Milis —decía uno de los guardias. De pronto, los ojos de la bendita se fijaron en mí, y me quedó mirando, estirando su mitad superior hacia adelante, tenía las manos cruzadas en su espalda mientras esbosaba una sonrisa, una postura muy infantil. En ese momento, los caballeros se fijaron en mí y en mis tres espadas.

Rápidamente, rodearon a la chica.

—Quédese tras de nosotros, niña bendita—dijeron los tipos.

—¿Niña bendita? Ella ya no es niña, hace rato que la debe tener peludita —pensé para mí mismo.

De pronto, tuve un horrible pensamiento: ¿y si estos idiotas son apóstoles?

—¿Quién eres tú y qué haces aquí? —preguntó uno de los guardias.

Oh, solo caminaba por aquí mientras espero a un amigo —dije.

—¿Eres un creyente o un pagano?, pregunto otro de los caballeros.

—Por casualidad, ¿no has soñado con un tipo que dice ser Dios? —pregunté.

Pero esa pregunta fue como meterles un palo en el culo y provocó que desenvainaran sus espadas y que una aura asesina saliera de ellos. Fue como tirarle una piedra a un panal de abejas.

—El único dios es San Milis.

—Es un pagano.

—¡Protejan a la bendita! .

—¿Qué hacemos?

—¡Matenlo ! Debe ser un pagano.

—Bien, lo mataremos —dijeron los idiotas en armadura azul, mientras tomaban posturas de combate.

—¡Wow, wow, wow, wow! Escuchen, idiotas, atacarme es una muy, pero muy mala idea.

—Cállate, somos los guardianes de Anastasia, los más fuertes de todos los caballeros templarios. Prepárate, vas a morir—dijo el más alto de los caballeros.

Tomé postura en estilo "dios del filo", lo que hizo sobresaltar a los caballeros. Rápidamente se dieron cuenta de que no era cualquier oponente. Mi ojo demoníaco me mostraba que ellos no iniciaban el ataque, solo estaban atentos, y así está con mi mano en la empuñadura de mi sable.

Maldita sea, no quiero más problemas, menos con caballeros templarios. Pero si estos imbéciles me atacan, deberé defenderme. Ya sé, no los mataré, los apretaré en sus armaduras con gravedad. Así que cambié de postura, sorprendiendo a los caballeros mientras levantaba mi dedo índice y acumulaba mana para empezar a manipular la gravedad. Justo en ese momento, se escuchó un grito.

—¿QUÉ RAYOS ESTÁ PASANDO AQUÍ?

—Capitana, este pagano quiso atacar a la bendita.—dijo un caballero.

—Maldito mentiroso, tú quisiste atacarme primero, que nada— le dije—. Yo estaba tranquilo paseando por el jardín y tú empezaste a decir idioteces.

—Es un pagano, debe morir.

—Ya cállate —dijo la mujer, que al verme sonrió. Es hermosa, de unos 30 años y muy parecida a mamá, es decir, la tía Terese.

—¿Rudy, eres tú?

—Sí, tía Terese , ha pasado mucho tiempo.

—Así es. Ustedes guarden sus espadas, él es mi sobrino.

Rápidamente, los tipos cambiaron su semblante y guardaron sus armas.

—Lo sentimos, no sabíamos que era un Latreia, señor.

—No lo soy —dije, algo malhumorado.

—¿Qué grande estás? ¿Qué edad tienes Rudy ?

—Cumplí 22 años hace poco.

—Vaya, ya pasaron tantos años. Supe que estuviste en la casa familiar; dicen que hiciste un gran alboroto.

—No me lo recuerdes, Tía .

—Así que mamá te cabreó, ¿eh? Ella es así, pero no es una mala persona.

—¿Que no es una mala persona? ¿Estás bromeando? ¿Acaso sabes las cosas que me dijo?— Así que le conté la historia y lo que quería hacer con mi mamá; Terese parecía sorprendida.

—Ella no puede acabar con el matrimonio de Zenith, aunque se casara con un pagano

—Mira, ya no me interesa; rompí relaciones con la casa Latreia y más les vale no meterse con mi mamá o mi familia, nunca más los visitaré . Y dile a tu madre que me mande la cuenta del dinero que dio para la búsqueda de mamá; le devolveré hasta el último centavo no quiero tener deudas con esa clase de gente .

—Sí, se lo haré saber. —Me dijo algo incómoda; ella podía notar mi furia.— Pero dime, ¿qué haces aquí?— Me dijo con una sonrisa, qee me hizo recordar a mamá .

—Vine de visita con un amigo; me fue a conseguir un pase y estaba paseando por aquí hasta que esos imbéciles decidieron que debía morir.

—Ya veo—, dijo Terese, mirando a los imbéciles que desviaban la mirada. —Dios, ya eres todo un hombre, alto, musculoso, inteligente y tan guapo.

—Lo siento, tía, estoy casado y no me gusta la idea, ademas sería raro te pareces a mamá, no creo que podría hacer eso.

—NO TE LO DIGO POR ESO. Mmmm, lo siento, parezco desesperada ¿no? . La verdad, no me ha ido bien en el amor. Por cierto, ¿qué pasó con Eris?.

—Ella está en casa, está cuidando a nuestros hijos.

—Oh, ya veo, te casaste con ella.

—Así es (y con tres mujeres más, pero será mejor no decir eso).

—Vaya, estoy muy feliz por ti. Me gustaría conocer a tus hijos.

—Sí, son muy lindos, aunque sufren de abuelitis crónica.

—¿Y Eris aún es espadachina?

—De hecho, es una reina del filo .

—Vaya, sabía que esa chica llegaría lejos, es muy talentosa.

—Están hablando de Eris, la que nos salvó en el bosque —interrumpió de pronto la mujer rubia, o mejor dicho, la niña bendita.

—Así es, ella es mi esposa. Perdóname por no presentarme, bendita. Soy Rudeus Greyrat, emperador de magia de agua, uno de los generales del Dios dragón Orsted y su representante.

Esto pareció poner en alerta al grupo de santos idiotas .

—Quisiera ver a Lady Eris y agradecerle por salvarme la vida.

—Lo siento, bendita, ella está en casa; la traeré la próxima vez, lo prometo.

—Muchas gracias; por cierto, es un lindo brazalete.

—Oh, sí, me identifica como el representante del Dios Dragón.

—¿Y por qué el Dios Dragón no viene a visitarnos?.

—Lamentablemente, él es un niño maldito; causa miedo a quien lo vea. Solo algunas personas somos inmunes a su maldición, pero él es una buena persona, como todos los dioses dragón, y el sucesor del Dios Dragón Urupen.

—Ya veo—, dijo, mirándome a los ojos. Sentí algo raro, como si descargara recuerdos de mi cerebro; fue algo extraño lo que sentía, mientras miraba a la bendita a sus raros ojos. Así que este es su poder: ver recuerdos. Mierda, Ariel me lo advirtió. Oh no santo Dios, vera cómo hago cuartetos con las chicas o cuando Nana se disfraza de Shampoo cuando tenemos sexo .

—Veo que eres sincero, dijo la bendita. Pobre Orsted debe sentirse solo.

—Ya no tanto; ahora habemos, muchas personas a su alrededor.

—Eso es genial.

—Niña bendita, ¿podría preguntarte algo? .

—Sí, lo que quieras.

—¿Alguna vez has soñado con alguien que dice ser el dios de los hombres?

—No, jamás y nunca soñaré con él, te lo puedo asegurar.

—Ya veo, ten cuidado, no es un dios, es un ser maligno que engaña a las personas.

—Lo sé, tú y Orsted quieren eliminar a ese ser, lo pude ver al mirar en tus ojos.

—Así es, bendita.

—Bien, tú me hiciste una pregunta, ahora yo te haré una, ¿puedo?

—Claro que sí.

—Quiero que me cuentes todo sobre Lady Eris, quiero saber de ella.

—Ya veo, es una historia larga, pero no hay problema. Bueno, verás, la conocí cuando...

—Rudeus, Rudeus, ¿estás aquí? —dijo de pronto Cliff.

—Acá estoy, amigo.

—Bien, tengo tu pase, te esperan.

—Lo siento, bendita, deberemos seguir con esta conversación otro día.

—Está bien —dijo algo apenada.

—Te veré pronto, tía Terese.

—Sí, un día te visitaré, quiero ver a Zenith.

Bien, hasta pronto —les dije para unirme a Cliff.

—Esa era la niña, bendita, me dijo Cliff.

—Sí, me di cuenta, ¿no está un poco mayor para que le sigan llamando niña? .

—Bueno, esos tipos son fanáticos, siempre la llaman así, son cardenalistas acérrimos.

Mientras entrábamos a la catedral, un caballero me pidió que dejara todas mis armas, así que dejé mis tres espadas, mis dos dagas y mis guantes de Zaliff. No dijeron nada sobre la armadura y me hicieron pasar por varios pasillos hasta llegar a la cámara principal, donde está el pontífice de la iglesia de Milis, vestido en blanco y oro, tal como los papas de mi mundo anterior. El abuelo de Cliff tenía un rostro amable, como si no matara una mosca, y una larga barba blanca. Cuando lo vi, me dieron ganas de sentarme en su regazo y pedirle una bicicleta para Navidad.

Rápidamente, puse una rodilla en el piso y Cliff me presentó.

—Abuelo, él es Rudeus Greyrat. Estudiamos juntos en Ranoa y es mi mejor amigo. Es el mago más poderoso que he conocido, abuelo, incluso más que yo, y un gran guerrero.

—Ya veo, el famoso Rudeus Greyrat. Es un honor conocerlo. He escuchado mucho de usted. Gracias por cuidar de Cliff y acompañarlo en su regreso a Millishion.

—Mucho gusto, su santidad. Cliff es mi amigo; no lo iba a dejar venir solo, considerando los peligros del camino.

—Sí, y también vienes por un permiso para abrir una sede de mercenarios y vender unos libros y una estatuilla de un demonio, ¿o me equivoco? —dijo con una sonrisa.

—La verdad, santidad...

—Sabe, Cliff ya me había hablado de usted en sus cartas, y me tomé la molestia de reunir información sobre usted. Déjeme ver, dijo sacando un papel y poniéndose unas gafas .. mmm... mmm:

Rudeus Greyrat, miembro del ala Notos de la familia Greyrat, nacido en la aldea Buena, mago santo a los 5 años, tutor de la hija del alcalde de Roa, desaparecido en la catástrofe de maná, apareció por sí mismo 3 años después, luego de viajar desde el continente demoníaco. "Impresionante" . Después de eso, aventurero en los territorios del norte y luego ingresó a la universidad de Ranoa, donde conoció a la, en ese entonces, princesa Ariel Anemoi Asura. Se volvió aliado del dios dragón Orsted y ayudó a poner a Ariel en el trono Asurano, eliminando en el proceso nada más y nada menos que : a la Diosa del agua Reida. El emperador del norte Aubert. El emperador del cauce Michel, los reyes del Norte Wi-taa y NuckleGard y la triple santa Camille Atris además del Ministro Darius Silva Ganius.

Se dice que ahora recorre el mundo buscando una alianza de los reinos humanos para enfrentarse a Laplace, en nombre del Dios Dragón. Ya está en esa alianza el reino de Asura, los países nórdicos del triunvirato mágico, y han creado un ejército bajo las órdenes del Dios Dragón. Usted es el general en jefe de dicho ejército, en sus misiones eliminó a varios reyes en esgrima y Santos en magia, incluyendo a Dani Darkbird, emperador del filo. Y esto último es sorprende, nada más ni da menos que al mismísimo anterior Dios del filo Feher Galvius, ademas de comanda la batalla del fuerte Karon y salir victorioso ante un ejército 10 veces superior, junto al. Príncipe Zanoba, hoy General del Dios dragon también — vaya impresionante Curriculum General—. Además, circula un rumor de que a pesar de estar casado, es usted, por así decirlo," el favorito" de la reina Ariel. ¿Es todo esto cierto? —dijo con una sonrisa.

—Bueno, Santidad, lo de la reina Ariel es un rumor que hizo correr su majestad para asustar a sus enemigos, entre ambos solo existe una relación de amistad —el Papa miró a Cliff, quien asintió con la cabeza.

—Ya veo —dijo dando una sarcástica sonrisa .

—Y con respecto a lo demás, es casi todo cierto, salvo por algunas cosas. No volví solo del continente demoníaco. Un Superd llamado Ruidjerd me rescató y me ayudó, a mí y a Eris. Yo no maté a Reida; ese fue Orsted, y el resto los matamos junto con la reina espada Ghislaine y Eris Greyrat. A quien sí maté solo por mi cuenta fue a la triple santa Camille Atris, y quisiera dejar claro que soy discípulo de la reina espada Feral, Ghislaine Dedoldia y de la maga real de Agua Roxy Migurdia, una Migurd del continente demoniaco.

—Vaya, me agradas, eres sincero—dijo el papá.— Además, la verdad ya sabía muchas cosas de antemano ; Cliff me ha hablado mucho de ti incluso me contó que te acompañó a misiones y tuvo experiencia en combate, eso es bueno es una buena experiencia . Pero además supe que tuviste problemas con la condesa Latreia.

—Así es, su santidad, pero esa relación está rota; se acabó en muy malos términos.

—Ya veo. Bien, me imagino que chocaste con la terquedad de esa mujer, ella es muy conocida por no dar su mano a torcer. Pero en fin a lo que vinimos, se que estás aquí para hablar de la alianza.

—Sí, pero la verdad estoy aquí por Cliff. Lo quiero a él en nuestro ejército, su santidad.

—Oh, ya veo. Entonces, ¿quieres asegurar un puesto clave para mi nieto en la iglesia Milis?

—Eso espero, pero no haré nada. Cliff me pidió que quiere llegar lejos por su cuenta, y como es mi mejor amigo, respeto su decisión, ademas es el hombre más inteligente que conozco y se que será un gran aporte a la Iglesia su santidad . Y espero algún día tenerlo en nuestras filas.

El papá volteó y miró a Cliff con orgullo.

—Veo, querido nieto, que estos años en el extranjero te han hecho madurar y te has hecho de excelentes contactos y muy buenos amigos. Me alegro por ti.

—Gracias, abuelo —dijo Cliff con una sonrisa.

—Bien, Rudeus, me encantaría ayudarte. Te puedo asegurar que la iglesia de Milis Siempre está dispuesta a combatir a Laplace, aunque lo de aliarse con Orsted se debe conversar, ya que en estos momentos estamos divididos en 2, como ya debes saber. Con respecto a los mercenarios, tienes mi permiso,— dijo, pasándole a Cliff un documento.— No hay problema con ello. En cuanto a los libros, las historias de horror puedes venderlas, pero me preocupa esa historia del Superd con la estatuilla.

Por mí no hay problema, soy integracionista, pero me causa ruido el libro que enseña a leer. ¿Qué pretendes con aumentar los niveles de alfabetismo? ¿Hacer caer gobiernos?

—Para nada, santidad. Necesitamos gente que sepa leer para buscar talentos para el futuro. Ranoa y Asura buscan lo mismo entre gente humilde. Dentro de poco , su majestad Ariel inaugurará la universidad nacional de Asura, y esta tendrá validación con la universidad de Ranoa. Esto es para prepararse para enfrentar a Laplace.

Puedo darle un ejemplo, cuando era niño, enseñé a leer a una elfa cuya familia era pobre y hoy es una maga santa silenciosa muy poderosa. Además, es una guardia real de su majestad.

—¿Habla de una de sus esposas, cierto? Silphiette Greyrat.

—Sí, su santidad.

—Sí, Cliff me contó también de ella. No se preocupe, yo respeto a los no creyentes. San Milis nos enseñó tolerancia, aunque tenga cuidado de hablar de su vida privada con los cardenalistas.

—Lo tendré en cuenta, santidad.

—En ese caso, está bien, pero dudo que pueda darle un permiso para ese libro y la la estauilla. Lamentablemente, mi posición es débil. Los expulsionistas se han hecho de la niña bendita para debilitar nuestro bando, que a pesar de ser mayoría en el país, en la alta cúpula estamos debilitados. Lamento no poder ayudarlo con eso, salvo que las cosas cambien, me dijo sonriendo.

—Entiendo, santidad, dije.

—En ese caso, me alegro de haberlo podido ayudar y esperamos mantener buenas relaciones con él Dios dragón, en cuanto a la alianza, se debe hablar en el consejo. Lo más probable es que el próximo papa sea expulsionista y trataré de la iglesia entre en esta alianza durante mi pontificado.

—Muchas gracias, eminencia.

Bien, un gusto conocerlo, Rudeus. Estaremos en contacto pronto y le daré la decisión del consejo.

—Muy bien, muchas gracias,— dije, dándole un saludo noble, y así me retiré.

—Bien, creo que todo salió bien, Rudeus. ..

Sí. Bueno, iré a casa. Te espero para la cena Cliff .

—Sí, iré a hablar con mi abuelo y contarle mejor el tema de la alianza y los libros. No te preocupes, cuenta conmigo.

Me despedí de Cliff y regresé a su casa. Cuando llegué, había problemas: Aisha estaba como loca y tenía arrinconada a Wendy.

—¿TÚ LA DEJASTE? ¡TE DIJIMOS ANOCHE QUE NO DEJARAS ENTRAR A NADIE!

—Es que él dijo que era amigo.

—¡MALDITA! gritó Aisha y levantó un puño para golpear a Wendy, momento en que le tome del brazo .

—Suéltame —dijo, dándome una patada y desenfundando su sable, apuntándome.

—Hermano, regresaste, es Mamá Zenith.

—¿Qué pasó?

—Desapareció esta idiota la dejo salir y no ha regresado.

— Un tipo con cara de mono llamado Gisse vino a verla y dijo que le daría un recorrido. Lady Zenith le sonrió y la dejé ir,— dijo Wendy al borde de las lágrimas.

—Yo había salido a comprar las cosas para la cena, lo siento Rudeus, —dijo Aisha que aun estaba alterada .

—¿Gisse? Maldito mono. Ya tranquilas, Gisse es de confianza y fue uno de los mejores amigos de mamá. Tal vez venga pronto, —dije, tratando de calmar las cosas, pero me entró pánico. ¿Y si los Latreia la ven con él y se la quitan y matan a Gisse? O si algún secuestrador ataca a Gisse y a mamá, o peor, ¿y si Gisse es un apóstol? Mierda, ¿qué hago? Estuve a punto de ir a pedirle ayuda al papá, cuando Cliff llegó y le explicamos la situación.

Este regaño es para Wendy, pero no fue duro; la chica no tiene culpa. Gisse sabe cómo convencer a la gente.

Ya había anochecido y mamá no había regresado.

—Saldré a buscarla —dije.

—Espera, Rudeus, ¿dónde irás?

—¿Dónde podrá estar? Mierda. No se dije algo desesperado.

—"Debe estar en el distrito aventurero. Es un demonio; solo ahí puede entrar libremente",— dijo Aisha. —"Iré contigo".— Cuando la vi, tenía su traje de espadachina puesto, así como sus espadas y la daga con el guante de Zaliff armado.

—"Bien, vamos", —le dije. ; la tomé de la cintura y nos elevamos con magia de gravedad ante los fuertes gritos de Aisha, que odia las alturas.

Luego de volar media hora, llegamos al distrito de aventureros. Después de preguntar por Gisse , rápidamente nos indicaron qué bar estaba. Cuando entramos, el maldito hijo de puta estaba solo, contando una historia a otros idiotas.

"Entonces el jefe acabó con ese santo del norte y..."

—"¡Gisse!"—, grité mientras, con magia de gravedad, apartaba las mesas y sillas, con mi espada en mano. Aisha venía tras de mí, desenfundando también su arma.

—"Jefe, ¿qué haces aquí? ¡Aaaaaagh!"

Con magia de gravedad, lo tiré contra una pared y lo apreté con gravedad.

—¿Qué crees que estás haciendo, imbécil? —dijo un aventurero, sacando su espada. Rápidamente. Aisha salto sobre el, lo desarmo, y le puso su sable en el cuello—.

—Cállate, él es mi hermano el emperador del Norte, Rudeus Greyrat. Si alguno de ustedes intenta algo imbéciles , lo mato —gritó Aisha, provocando pánico en los aventureros que miraban la escena atónitos.

—GISSE HIJO DE PUTA, ERES UN APÓSTOL, ¿CIERTO? ¡ÉL TE DIJO QUE TE LLEVARAS A MAMÁ! MORIRÁS —dije, aumentando el apriete.

—Aghhh, no sé de qué hablas, jefe.

—¿DÓNDE ESTÁ MI MAMÁ? ¡MALDITO MONO HIJO DE PUTA! ¿DÓNDE ESTÁ? RESPONDE AHORA —dije, poniendo mi espada en su cuello.

—Aghh, jefe, vino el mayordomo de los Latreia. Dijo que él la llevaría a su casa. Tenía el símbolo del conde Latreia. Creí que estabas con ellos.

—¡ME MIENTES!NO ME TOMES POR UN TONTO, FUISTE A LA CASA DE CLIFF. SABÍAS QUE ESTABA AHÍ, ¡TE MATARE MALDITO TRAIDOR !.

Espera, espera, espera, jefe, lo juro por mis padres. El mayordomo dijo que tú sabías que estaría en la mansión Latreia. Dijo que tú irías por tu madre después, lo juro, te lo juro por mis Padres.

—MALDITA SEA,— dije, pateando una silla.— ERES UN IMBÉCIL, GISSE, MALDITA VIEJA BRUJA. AISHA, VAMOS, Y TÚ, IMBÉCIL, VIENES CON NOSOTROS Y ME VAS A MOSTRAR AL HIJO DE PUTA QUE SE LLEVÓ A MI MAMÁ. PORQUE LO VA A A PAGAR .

—Claro, jefe —cof, cof—, dijo tosiendo luego de que lo solté.

Le di al dueño del bar 5 monedas de plata por los problemas y salí de allí, mientras hablaba entre dientes lleno de ira

Voy a acabar con esa maldita vieja. Se lo advertí, pero la hija de perra no ENTIENDE. Cree que soy un pusilánime que no hará nada. Pero no sabe lo que le espera a esa maldita serpiente. Voy a hacer de la vida de esa maldita momia un infierno. No sabe con quién se ha metido esa vieja reculiada. Ahora va a saber por qué me dicen el perro del Dios dragón.


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