La reputación de la Pandilla de Lobo Plateado apestaba; usaban todo tipo de medios viles para cobrar deudas, así como para administrar el mayor casino clandestino de la Familia Gu, y eran muy agresivos.
—Mmm.
—Director Yun, ¿por qué me hizo investigar a esa pandilla?
—Ayer entendí una cosa —dijo el chico de repente.
Su asistente estaba desconcertado.
Continuó con calma.
—Este mundo es mucho más cruel de lo que pensaba; los débiles son devorados por los fuertes, y los débiles no llegarán a hacer las reglas, ¡así que debo hacerme más fuerte!
—Entonces, su punto es...
—El Grupo Huracán una vez me invitó a entrar; ¡Decidiré sobre este asunto lo antes posible!
Dicho eso, terminó la llamada.
Tiró el teléfono al sofá y se acercó a la ventana, mirando silenciosamente hacia afuera con profunda comprensión...
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