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Si la gente supiera que Gabriel estaba aquí, el hombre de cabello oscuro todavía estaba convencido de que estarían lo suficientemente preparados como para enfrentarlo. De esa manera, las posibilidades de que Gabriel causara demasiado daño podrían contenerse.
Sin embargo, cuando nadie sabía lo que se avecinaba, eso era un desastre. Ni siquiera sabía cuántas vidas podrían perderse. En ese momento, incluso se preguntaba si Gabriel había venido a salvar un alma como lo hizo hace mil años.
No era lo suficientemente estúpido como para pensar que Gabriel los iba a dejar vivir para informar a otros. De ninguna manera sus clanes podrían saberlo.
—¿A dónde quieres ir? —preguntó el hombre sin vida. Aunque era un no muerto, todavía temía a Gabriel, ¡ya que el hombre era similar a un segador, teniendo un contenedor de almas dentro de su cuerpo!