En la oficina.
Yetta Astir, con su uniforme de policía, apareció en la puerta de la oficina del líder.
Desde que había tomado el cargo de subdirectora del Escuadrón de Casos Mayores hace tres días, solo se había ocupado de la documentación rutinaria y no había realizado ninguna investigación sustancial en casos mayores. Viendo a sus colegas de otros escuadrones ocupados en investigaciones de campo todos los días, no podía evitar sentirse inquieta.
Sin embargo, acababa de llegar a la oficina esa mañana cuando el personal le informó que el líder principal quería verla y le pidió que fuera a su oficina a las nueve en punto.
Siendo convocada por el jefe, podrían llegarle asuntos importantes. Pensando en esto, el corazón de Yetta Astir empezó a burbujear con emoción, como agua hirviendo. Mirando el reloj, aún faltaban tres minutos para las doce, ya había llegado a la puerta de la oficina.
—Toc, toc... —Yetta Astir tocó suavemente la puerta de la oficina.