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—¿Hey, estás despierta?
—¡Despierta! ¿Debo ir a recogerte ahora?
—¡Sí, por favor!
Poco después de las diez de la mañana, Basil Jaak recibió la llamada de Dawn Sutton y luego agarró las llaves de su coche para bajar.
Basil se detuvo debajo del dormitorio de Dawn y la vio bajando del edificio con una falda corta negra, medias negras y tacones. La vista hizo que sus ojos se iluminaran, sus pupilas se dilataron considerablemente.
—Con un rubor extendiéndose por su rostro, Dawn lo miró, cuestionando su propia vestimenta —¿Esto se ve... demasiado?
—Rápidamente negando con la cabeza, Basil respondió —¡En absoluto! Te ves impresionante, pero no vulgar, realmente te queda bien. ¿Y yo? ¿Cómo me veo?
Basil no solía prestar mucha atención a su ropa. Pero considerando que hoy asistía a una boda, hizo un esfuerzo por vestirse bien. Llevaba el traje de diseñador italiano que Jessica Flack le había regalado.
—Es... Es bueno, te ves bastante guapo —Dawn se sonrojó mientras hablaba.