Los vice líderes empezaron a guiar a todos detrás de él. Ibra sabía que seguir adelante no era una opción en este momento. La única manera de sobrevivir era retroceder, yendo en la dirección de la que habían venido.
—¡Maldición! ¡Este camino también está bloqueado! —pero justo cuando el equipo corrió por unos minutos, notaron una perturbación distante en los árboles de allí arriba.
—¡Vamos por aquí, no hay ni un solo monstruo allí! —Lang señaló con pánico hacia una dirección, donde los árboles se alzaban altos y no se sacudían ni caían como si fuera el fin del mundo.
—¡No flaqueen! ¡Sigan corriendo! ¡Y busquen un lugar seguro donde esconderse! —el grito de Sara llegó cuando el equipo comenzó a correr en una dirección alejada de donde habían venido o hacia la que iban antes.