Nial simplemente dijo que era humano porque en realidad no estaba seguro a qué raza pertenecía. ¡Después de todo, su apariencia y la cantidad de habilidades que podía vincular a su Núcleo de maná seguían siendo las mismas que las de un humano del Origen!
¡Sin embargo, ni Dilan ni el Oráculo creyeron completamente sus palabras!
Dilan se sorprendió más de que el Oráculo pareciera ajena al verdadero origen de Nial, pero eso solo le mostraba cuán poco sabía realmente el Oráculo acerca de los Cambiadores del Destino.
Esto resultaba tanto confuso como algo tranquilizador, porque le decía que podía mantener secretos del Oráculo y posiblemente incluso del Universo entero.
Le resultaba extraño pensar así, pero no había razón para que se sintiera culpable.
—Dejémoslo así. Tu Origen no es precisamente nuestro mayor problema, supongo —concluyó Dilan después de ver los repetidos intentos de Nial de demostrar que había nacido y crecido en Jundra.