—La noticia de que el Demonio Volador heredaría parte de la individualidad de Shandal era increíble —dijo uno de los presentes—. Incluso si había terminado en esa situación maldita, ¡el dios del Imperio seguía siendo una entidad que había logrado alcanzar los rangos divinos!
El proceso no sería rápido, y el Demonio Volador tenía que tener cuidado de no arruinarse. Después de todo, las individualidades eran únicas y los cultivadores no podían intercambiarlas como si fueran técnicas o diagramas.
También era arriesgado imitar el camino de alguien más.
Las existencias crecían en poder porque se mejoraban a sí mismas mientras luchaban por los rangos superiores. Aun así, eso los hacía especializarse en un camino específico y absorber solo las leyes conectadas con sus individualidades.