—Los centros de poder de Noah habían alcanzado el séptimo rango —dijo. Sus materia oscura también había evolucionado, y ya había creado un método de entrenamiento temporal para su mente. Solo necesitaba llenar la runa esférica con energía primaria para completarlo.
—Ya había mejorado sus hechizos y creado un espacio separado donde podía almacenar artículos divinos —comentó uno de los personajes. La fragilidad del plano inferior le impedía probar y desarrollar nuevas técnicas, pero Noah no dudaría en abordar ese proyecto después de su ascensión.
—Sus compañeros también habían alcanzado los rangos divinos. Ronquido, la Espada demoniaca, y Noche eran ahora criaturas propias del rango 7 —explicó el narrador—. No estaba claro si un plano inferior había contenido alguna vez a tantos seres divinos.