La razón por la que la mayoría de ellos se habían mirado el uno al otro era porque pensaron que ver al primer Dalki era la señal para que comenzara su pequeña competencia. Todos miraron al Dalki como si fuera una presa, y al mismo tiempo, cuando este los vio, abrió la boca como si estuviera listo para atacar.
Los Dalki no son seres que huyen en primer lugar, y no es como si supieran o les importara aprender las caras de los humanos de los que tenían que tener miedo.
—¡El primero es mío! —Gritó Peter, casi lanzándose hacia adelante pero antes de que los demás se movieran. Ya había alguien más rápido que él, que había golpeado a Dalki en el pecho. El puño atravesó el pecho de Dalki, y murió sin saber qué lo había golpeado.