Sin embargo, el Rey no estaba para nada complacido. En lugar de permitir que Rex se fuera, no lo hizo y quería mostrar lo enojado que estaba.
—Joven Maestro Rex, ¿te has dado cuenta de que me acabas de abofetear en la cara?
—No, su Majestad. No creo haber hecho tal cosa —respondió.
—Papá, por favor no te enojes, el Joven Maestro Rex estaba shockeado y habló por ignorancia —La Princesa intentó dejar un margen para Rex pero el idiota no lo necesitaba.
—Gracias por hablar en mi nombre, princesa. Sin embargo, mantengo lo que dije. Eres una hermosa joven con muchos hombres haciendo fila, pidiendo tu mano en matrimonio. Lamento no ser uno de esos hombres porque tengo una prometida a la que no me atrevería a enfrentar.
Justo después de que proclamó eso otra vez, los reporteros aparecieron de la nada y los rodearon, metiendo micrófonos en sus caras.
…En la actualidad…