"Curiosa —Mineah miró a la Madre Reina y leyó sus pensamientos.
«¿Están tan cerca ahora que Nikolai se abre a ella sobre Dahlia? ¡Apenas puede mencionar el nombre de Dahlia antes!» No pudo evitar sonreír por lo que oyó. Claramente, sus palabras calculadas tuvieron el efecto deseado. Al mirar a Rosela, ni siquiera se molestó en leer los pensamientos de la mujer, sabiendo que probablemente la víbora solo la estaba maldiciendo y matándola en su cabeza a pesar de su actitud tranquila.
Aun sin acabar con su discurso —Mineah continuó:
— «Al igual que mi esposo, estoy muy agradecida por la ayuda que le has brindado. También entiendo que no se te obligó a hacerlo y que cada acción que realizaste se hizo por tu propia voluntad. Sin embargo, ahora que estoy aquí, Lai ya no necesitará tus servicios cada luna llena. La última vez, sufrió de abstinencia por beber tu sangre precisamente porque ansiaba mi sangre ahora».