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Xia Cheng bufó —¡Eso no es pedir prestado! Tú eres el que invirtió 300 millones. Además, la familia Xiao también ha aprovechado el poder de la familia Xia todos estos años. Ya es suficiente para cubrir esos 300 millones. ¿Y ahora vienes a pedirme dinero? ¿Por qué debería dártelo? ¿Qué puede hacer tu familia Xiao con ese dinero?
Xiao Lu miró repentinamente a Xia Cheng con incredulidad. Sus dedos temblaban violentamente —Tú…
El rostro del Joven Maestro Xiao se oscureció —Abuelo, olvídalo. No quieren ayudarnos en absoluto. Es inútil por mucho que les supliquemos. ¡Solo trata esos 300 millones como el dinero que gastamos en alimentar a los perros! ¡Nuestras dos familias no se verán más!
A Xia Cheng no le importó en absoluto la burla del Joven Maestro Xiao —¡Bien! Haremos como que no nos conocemos y nunca más nos contactaremos. Tu familia Xiao ya no es digna de nuestra familia Xia. ¡Por favor, vete!