—¿Qué sucede abuelo? —pregunté curiosa.
—Sabes que cada príncipe y princesa de la familia real tiene un caballero personal que sirve como su guardaespaldas cuando cumplen catorce años —dijo el abuelo.
—Sí, yo lo sé abuelo. Mis hermanas tienen sus propios caballeros personales que les siguen a donde sea que vayan. Verónica tiene a Vince como su caballero personal y Elizabeth tiene a Bradford como el suyo.
—He seleccionado un caballero personal solo para ti —dijo el abuelo.
—¿Para mí? —pregunté curiosamente—. Pero creí no tener derecho a tener mi propio caballero personal. Recuerdo que mi madrastra estaba en contra de la idea cuando mi padre lo mencionó.
—No te preocupes por Erica. Yo fui quien seleccionó a tu caballero personal para ti. Ella no puede hacer nada al respecto —dijo el abuelo.
—Gracias abuelo. Me siento conmovida por lo que el abuelo ha hecho. Siempre ha sido bueno conmigo, él y Ricardo. Ellos fueron los únicos que me mostraron bondad en este palacio.