(Desde la Perspectiva de Azul)
—¿Te gusta este nuevo peluche, Atenea? —pregunté—.
Hoy le había dado otro peluche porque parecía que le gustaban mucho. Ahora tenía más de cincuenta. El que traje hoy era un enorme peluche de ballena que era demasiado adorable. Ayer por la noche, Dem y yo tuvimos una cita y vimos este peluche. Era tan lindo que no pude ignorarlo y terminé comprándolo para Atenea.
—Wow, ¡esto es enorme...! ¡Me gusta! —exclamó—. Pero, ¿qué animal es este?
—Es una ballena. Las ballenas son enormes, pero lindas —respondí.
—¿Su Majestad ha visto alguna vez una ballena? —preguntó.
—No, no lo hice. Pero ojalá lo haga algún día. Viven en los océanos. Nunca he estado cerca de un océano, por eso nunca las he visto. Además, no es que puedas verlas incluso si visitas un océano. Puede ocurrir de repente —respondí—. Pero Dem ha visto uno. ¿Verdad, Dem?