(Desde la perspectiva de Azul)
—¿Una excusa? —repitió.
—Sí —dije, asintiendo—. ¡Ay, qué tonta soy! ¿Qué estoy diciendo? ¿Por qué el Príncipe Heredero Carey haría una excusa para encontrarse con la Reina de Querencia? Quizás porque estoy enferma, estoy asumiendo cosas innecesarias.
Tenía la sensación de que quería verme por alguna razón. Pero no podía entender por qué. Necesitaba tener cuidado al tratar con él.
—Ajá, ¿es eso cierto? —se rió—. ¿Pero qué pasaría si digo que realmente era una excusa?
—¿Perdón?
—Ajá, parece que la reina está sorprendida —se rió—. Jaja, por favor, no pongas esa cara. Sólo estaba bromeando.
—No parecía que fuera así...
—Príncipe heredero, en caso de que no lo sepas, pero no estoy interesada en chistes ahora mismo —dije—. Así que, te sugiero que me digas lo que realmente quieres.
—Por favor no te enojes, Su Alteza. Solo quería conocer a la reina de Querencia —dijo—. Es para saludar a Su Alteza porque no pude hacerlo antes.
—Ya veo...