(Desde la perspectiva de Azul)
—Señor Luc, Su Alteza le invita a desayunar. Por favor, diríjase al comedor.
—Sí, iré ahora mismo. Y dile al Rey de Lacuna que mi amante desayunará conmigo —respondió Luc—.
Luc cerró la puerta de nuevo y suspiró. —Qué asco decir eso —comentó—.
—Lo entiendo —asentí—. A mí tampoco me gusta. Pero aguantemos un poco más.
Luc era bastante bueno actuando. También tenía una personalidad fría, como Dem. Era difícil de creer a juzgar por la forma en que se comportaba con nosotros. Pero era la verdad.
—Dicho eso, ¿cómo eres tan bueno actuando? —le pregunté.
—Estoy acostumbrado a decir mentiras. Actuar va de la mano con eso —respondió Luc—.
Bueno, como maestro de la torre mágica, necesitaba mentir sobre muchas cosas a muchas personas. Dem también necesitaba hacer lo mismo, al igual que yo. Tenía que admitir que mis habilidades de actuación se desarrollaron después de convertirme en la Reina de Querencia.