—Estoy realmente cansado. Solo por Dion, me uno —gruñí. Unirme a eventos sociales no era fácil para mí. Sentía que mi energía se exprimía de mí cada vez que estaba entre mucha gente.
—Yo tampoco soy tan sociable. Te entiendo —dijo Ruby, dándome palmaditas en el brazo de manera consoladora.
Nos sentamos en nuestros asientos, que eran solo para el maestro y la ama de la torre mágica, en el lado derecho de los tronos.
—Ese Rey Ford también está aquí —dije mientras mis ojos encontraban al hombre de cabello castaño. Vino aquí como siempre, como Evan.
—Su Alteza debe haberlo invitado. Sabía que lo haría. Lo valora mucho —dijo Ruby—. Él se va a casar.
—Sí, escuché eso. Lo anunció hace unos días —dije—. Se va a casar con la hija más joven del Duque de Trouvaille. Una tal Lady Liliana o algo así.