Un canal en forma de anillo rodeaba esa terraza de flores. Ese canal exhibía un rico destello de artefactos hechos por el hombre; forjado completamente en oro, emanaba un excepcionalmente vivo brillo dorado de gemas.
Se podían observar pequeñas ondas a lo largo del líquido turbio que corría por ese canal. El líquido era bastante especial, poseía una textura brillante similar a la del mercurio. Un tenue brillo cubría la superficie del líquido que no reflejaba la luz de su exterior, sino un resplandor originado en el interior. Ese brillo era muy diferente a la luz del sol, era suave, viscoso, tenue y tenía un tono violeta.
Cabe destacar que la fuente del líquido del canal eran las bocas de esos cráneos estrechamente dispuestos que encerraban la terraza de las flores. Para explicarlo mejor, podría describirse como el excremento descargado de la "Escalera del Sol", o saliva, transpiración en otro contexto.