Eran las 4 de la mañana. Jasper dormía plácidamente en su villa, con Ella en sus brazos. El sonido estridente del teléfono interrumpió su tranquilo descanso.
—¿Quién te está llamando ahora? —murmuró Ella, cambiándose al otro lado.
También Jasper sentía curiosidad por saber quién le estaba llamando a esa hora. Con los ojos entrecerrados, buscó el dispositivo con torpeza para ver el identificador de llamadas.
Era Samuel.
La cara de Jasper se torció de molestia, preguntándose por qué Samuel le llamaría a una hora tan indebida.
—¿Qué pasa, Samuel? —preguntó Jasper, intentando ocultar su irritación.
—Tenemos información sobre Raulf —El tono serio de Samuel se transmitía a través del teléfono—. Él se va a reunir con Carl en unos días.
Las cejas de Jasper se alzaron sorprendidas. Esta era, sin duda, una noticia urgente. Se sentó, frotándose el sueño de los ojos, y escuchó atentamente la actualización de Samuel.