Sophie aceptó la poción de su sanador y la bebió para cuidar su náusea. Dejó que Luciel la acompañara en su dormitorio todo el día. La presencia del chico le daba una sensación de confort. Tenía mucho en qué pensar y aprovechó el tiempo a solas para reflexionar sobre lo que Nicolás le había dicho.
Él cambiaría la ley, haría cualquier cosa por ella, incluyendo poner fin a la guerra con los licántropos. Estaba dispuesto a compensar lo que había sucedido en el pasado.
En cuanto a la muerte de sus padres, Sophie podría perdonar a la familia real porque las personas responsables ya habían muerto. El antiguo rey había fallecido y ella no quería culpar a Nicolás. Él era muy joven cuando sus padres fueron asesinados. Así que, Sophie sabía que Nicolás no tenía nada que ver con ello.