—¡Lo sabía! —Nicolás se enjugó las lágrimas de los ojos—. Realmente eres tú. Sabía que no me sentiría atraído por cualquiera. Es porque... eres mi esposa. Eres la única mujer que he amado.
Sophie guardó silencio. Nicolás siempre había sido muy directo. Era lo contrario de Leland, que siempre se guardaba las cosas para sí mismo y hacía que Sophie adivinara lo que estaba pensando. Con Nicolás, siempre había sido tan fácil.
—Su Majestad... ha pasado mucho tiempo desde la última vez que usé el nombre de Sophia Hansley —Sophie finalmente respondió con voz ronca—. Ahora soy Sophia Romanov. Tomé el apellido de mi esposo hace seis años después de que nos casamos. Mi Nicolás 'murió' hace seis años y tardé mucho en llorar por él.
No quería detallar lo terrible que había sido su vida antes de que Leland la acogiera y la protegiera, a ella y a sus cachorros, desde entonces. Nicolás tampoco necesitaba que ella dijera esas palabras. Él era un hombre inteligente y podía entenderlo así.