Sophie no entendía cómo en el mundo había podido levantar la puerta, así sin más.
Una pregunta empezó a formarse repentinamente en su mente.
Eso no era normal de ninguna manera, y sin embargo tenía que haber una razón lógica para ello.
—Nicolás se convirtió en un licántropo porque fue mordido por uno de ellos. Entonces… ¿y si no es el acto de morder lo que transforma a una persona común en un licántropo sino su saliva? —Sophie se preguntó en voz alta.
Sabía que su fuerza era antinatural y la conclusión que llegó a su mente era que Sophie ahora realmente también era una licántropa y solo lo había considerado ahora. Era muy posible debido a su estrecho contacto.
Nicolás y Sophie eran tan íntimos el uno con el otro que… quizás ella se transformó inadvertidamente en licántropa.
A diferencia de Nicolás, quien lo veía como una maldición, Sophie lo consideraba una bendición disfrazada.
—Podré cuidarme mejor —Sophie dejó suavemente la puerta a un lado.