—Ve a las murallas de la ciudad —ordenó Inmortal Verdadero Posteblanco.
—Vámonos.
Los Dioses Empíreos y los Inmortales Verdaderos, junto con varios Inmortales Celestiales, salieron rápidamente del palacio principal y volaron hacia las murallas de la ciudad.
La Ciudad Perfecta no era tan grande, por lo que rápidamente llegaron a la pared desde donde había llegado la señal de advertencia. Cuando llegaron, los soldados que patrullaban este muro inmediatamente se arrodillaron en señal de respeto. Había varios Dioses Demonio de nivel Vacío entre ellos y algunos de ellos se habían entrenado en habilidades divinas que les permitían ver a gran distancia.
El Inmortal Verdadero Posteblanco y los demás tenían habilidades divinas y artes secretas propia. Todos se quedaron mirando hacia la distancia.
Actualmente era de madrugada.
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