Pov Izuku
Comencé a despertar lentamente, me estiré y con manos frote mis ojos, miré a mi alrededor tratando de ubicar donde estaba, pero de repente me llegaron los recuerdos de ayer... es cierto... me escapé de casa... mi familia me torturó hasta dejarme medio muerto...
Mis lágrimas caían poco a poco, mi cuerpo se dejó caer en la hierba...mi mente se nublaba y poco a poco me sumergía en una inmensa oscuridad
-quieres poder? - una voz resonó en todo mi ser
-qu-que? Quien anda ahí? - pregunté un poco temblorosa, traté de pararme pero mi cuerpo no respondía
-puedo darte todo lo que deseas-continuaba-poder... amigos... familia... cariño
De pronto sentí un dolor inmenso por todo el cuerpo, me dolía cada fibra de los músculos; creía que era momento de gritar y morir pero un estallido de luz surgió y comenzó a limpiar paulatinamente la oscuridad.
-jum... -la primera voz soltó un bufido- fuiste salvado esta vez pero cuídate porque en el momento que te descuides no tendrás salvación... - su voz comenzaba a desaparecer y volví a abrir los ojos.
Apenas desperté, lo primero que hice fue relajarme, luego inspeccione mis alrededores y me di cuenta de que el ''árbol'' donde dormí era en realidad una estatua de un chico algo mayor que yo
-admiras mi linda imagen? - preguntó una voz atras mío.
-waaaaaaa! Ayúdenme por favor-pegué un grito que hizo que todos animales se asusten-qui-quien eres?!
-tranquilo muchacho date la vuelta-hice caso, giré y vi al mismo chico de la estatua solo que en carne y hueso.
-respiré hondo y volví a repetir la pregunta más calmado- quien eres?.
-soy Aang el último avatar - respondió el chico monje
-avatar? - pregunté intrigado
-ya veo... pues bien escucha con atención - comienza a levitar mientra toma la posición de loto-primero yo no provengo de este planeta , vengo de otra dimensión donde el mundo está dividido en 4 grandes naciones... agua... tierra...fuego...viento... Durante mucho tiempo estas naciones estuvieron en paz, pero por alguna razón la nación del fuego empezó a invadir el resto de las naciones por órdenes de Señor del fuego Ozai. Nosotros los avatar tenes el deber y obligación de mantener el equilibrio entre los cuatro imperios sin embargo mi antecesor, el avatar Roku, murió cuando su amigo el antiguo Señor del fuego Sozin lo atacó a traición matándolo. El sabía que el siguiente avatar reencarnaria en los nómadas de la nación del viento.
-reencarnación? Acaso eso es posible? - pregunté incrédulo.
-así es. Nosotros los maestros de los 4 elementos debemos reencarnar en otra persona para mantener la línea sucesora; aunque hay un orden para reencarnarse:primero es la nación del fuego, seguido de la nación del viento, luego la nación del agua y por último la nación de tierra. - carraspea un poco para continuar-como decía, Sozin sabía que el avatar reencarnaría en una persona de esa nación, y para desgracia mío o no, me tocó ser el nuevo avatar. Al principio me entristeció saber que no podré volver a jugar con mis amigos. Verás, cuando uno es avatar debe realizar un entrenamiento especial alejado de toda la sociedad. Yo no quería así que me escapé hacia el océano y por decisión del destino quede atrapado en una tormenta, caí al agua, no recuerdo qué pasó pero sé que desperté 100 años después del comienzo de la guerra. - hace una pausa.
-ya veo cómo empezó su camino de avatar pero lo que no entiendo llegó a esta dimensión-
-pues...sucede que un día, de pronto, varias naciones que nadie conocía empezaron a sublevarse contra el orden establecido. Al principio era fácil detenerlos pero con el paso del tiempo esos ataques se volvieron más sanguinarios y sus ataques eran mejor coordinados. Tanto era su salvajismo que... ohhh... Santo cielo-se agarra la cabeza, parece que recordó algo-que... exterminaron la gran parte de la población... nosotros los supervivientes nos refugiamos en una de las destruidas capitales del reino tierra. - ví como le caía una lágrima, aguantamos todo lo que pudimos. Formulamos un plan para arrebatarle equipamiento, pero nuestro plan se infiltró lo que pasó un plan elaborado terminó siendo una masacre. Yo estaba peleando pero al ver como mi gente caía uno por uno decidí cumplir mi deber como avatar. Con el poco poder que me quedaba formé un campo de agua y tierra para proteger a los supervivientes y otro de fuego con aire para destruir a mis enemigos. Luego caí tendido en el suelo, la poca energía que me quedaba había desaparecido e ingresé lentamente a un camino de muerte sin posibilidad de salir cuando un extraño portal se abrió en medio de todo ese caos chupandome e hizo que cayera por esta zona. Desde ahí nose cuanto tiempo estuve inconsciente pero se que desperté en este bosque. -dio un largo suspiro de forma que concluyó su relato
No tenía palabras y si las tuviera estaría diciendo estupideces.
-tu historia me dejó sorprendido pero aún tengo algunas dudas
-ten paciencia que todo se aclarará con el tiempo.-su voz sonaba tranquilizadora y reconfortante.
-ya veo pero después de toda esta charla dedusco que no viene solo para contarme su historia no?-soné como una persona adulta
-eres una persona muy deductiva-da una pequeña risa-veras desde que llegué acá hasta este momento pasaron 10 años. En ese tiempo estuve escondido entre la gente en busca de ser dignos sucesores pero solo encontré personas avariciosos en busca de poder y fama... hasta que te encontré al indicado y ese... eres tú Izuku Midoriya.
-Kien ió? - pregunté como un estúpido
-sip
-pero por qué?
-vi en tu interior el espíritu de un guerrero, una persona que se arriesga a pesar de los riegos, quiero que seas alguien en el que todos puedan confiar por eso... Izuku Midoriya yo, Aang el último maestro aire y último Avatar, te convierto en el próximo avatar. - dijo en voz clara.
-entonces... puedo convertirme en un héroe? - mis lágrimas expresaban todo lo que no podía sacar dentro de mi
-Claro que si Izuku tu puedes ser un héroe.
Y con eso selle mi camino, el camino que me llevará a convertirme en el mejor avatar y el héroe número uno de toda la historia.
Entre todo ese vacío de oscuridad en el que estaba... vi un pequeño haz de luz, lo que yo no sabía era que ese pequeño e insignificante punto blanco era mi salvación...algo que perdí hace tiempo...