"Cassie abrió los ojos en la oscuridad.
Por unos momentos, se sintió desorientada por la avalancha de colores y sensaciones.
Estaba mirando el cielo azul brillante y el mar de nubes blancas que rodaban debajo de la Torre de Marfil. La luz del sol acariciaba su piel, y los vientos suaves cantaban en sus oídos.
Estaba envuelta en calor, chispas rojas volaban de un crisol donde el acero fundido brillaba con un resplandor incandescente. Una voz cansada estaba cantando algo en un lenguaje antiguo, las palabras alienígenas ahogándose en el clamor de la fragua.
Estaba encerrada en una pequeña oficina, leyendo un documento. El papel estaba frío al tacto y olía a tinta fresca. Su visión estaba borrosa por la falta de sueño, y su corazón estaba pesado. El contenido del documento era grave…
Había otros lugares, otras personas. Le llevó algo de tiempo encontrarse entre los extraños.
El mundo de Cassie era el único que no tenía colores ni formas. Era oscuro, vacío y silencioso.