"Mientras Sunny y Mordret luchaban por sobrevivir mientras sus almas eran destruidas...
Una figura humana emergió de la oscuridad del Cielo Abajo y se disparó hacia la luz del sol, volando a una velocidad increíble. Era un hombre con piel que parecía corteza pulida y un rostro quemado y desfigurado.
Su armadura estaba abollada y pintada opaca por la sangre seca, y la carcaj atada a su cinturón estaba vacío desde hacía mucho tiempo. El hombre había sido un oficial de la Legión del Sol alguna vez, pero ahora, regresaba para matar a su comandante.
Sus ojos estaban llenos de determinación.
Habían pasado meses desde aquel terrible día en que Kai y sus soldados más valientes fueron encadenados al acantilado blanco en la Isla del Sacrificio y dejaron allí para ser devorados por el Dragón de Marfil. ¿Quién hubiera pensado que volvería a este lugar maldito tan pronto?