El rostro del hombre cambió por completo, su mano extendida temblorosa, tal vez debido al estado de sus tendones.
Cuando Ren Feicheng cortó sus tendones, dejó un hechizo atrás, evitando que el hombre perdiera toda sensación en sus extremidades.
La apariencia de Ren Feifan había cambiado algo en los últimos tres años, pero el hombre lo reconoció de inmediato. Sus labios temblaban ligeramente, sus ojos llenos de autorreproche.
—Feifan...
Al oír esas dos palabras, Ren Feifan instantáneamente se volteó.
Alojado y frío.
Este hombre había elegido confiar en un extraño en lugar de en él, haciendo que el corazón de Ren Feifan se volviera gélido.
—Feifan, ¿eres realmente tú?
El hombre repitió la pregunta, pero Ren Feifan no respondió, simplemente le mostró la espalda.
El hombre se dio cuenta rápidamente de que Ren Feifan todavía estaba enojado con él. Era comprensible. Cualquiera que fuera expulsado de su propia familia frente a un grupo de personas no lo tomaría a la ligera.