Lex despertó sintiéndose extremadamente descansado. No había rigidez en su cuerpo, ni llagas de cama y si acaso, se sentía completamente revitalizado. Se levantó adormilado y se estiró mientras soltaba un bostezo enorme que lo obligó a cerrar los ojos.
Cuando terminó de estirarse, se limpió los residuos de sueño acumulados en sus ojos. Sentía como si acabara de despertar de la mejor siesta de su vida. Miró sus manos justas e inmaculadas y sintió que había algo extraño en ellas. Le tomó un momento darse cuenta de que no tenía pelo en el brazo. ¿Se había depilado recientemente?