Kellman estuvo en un fuerte acuerdo con la sugerencia de Howard.
La habilidad de hacer tal juicio sobrio bajo esas circunstancias indicaba que Howard no mentía acerca de ser un mago y que, de hecho, había visto muchas batallas.
Sin embargo, para el líder del escuadrón, las palabras de Howard parecían un acto de cobardía.
La desaparición de los Mercenarios Corazón de León sugería para él que habían sido severamente debilitados.
En cuanto a la ausencia de sus cadáveres, era altamente probable, en su punto de vista, que se habían llevado consigo a sus camaradas muertos.
Persiguiéndolos ahora parecía una excelente oportunidad para lograr una victoria significativa.
Sin embargo, Howard había considerado esto.
Era improbable que los Mercenarios Corazón de León se molestaran en llevarse a sus muertos.
Según el tabernero, eran asesinos despiadados; ¿por qué se preocuparían por los cuerpos de sus camaradas?