"Ah, que asco de vida."
"Hoy han habido tres ataques a la muralla."
"Tiene que llegar otro paquete de balas desde la ciudad del mercado."
Escuchaba el ruido de la botellas mientras pasaba por delante de un grupo de hombres que estaban sentados bebiendo y fumando. Cuando uno llamó mi atención.
"Hey chico, ¿Qué haces solo a estas horas de la noche?"
"Buscando un sitio en el que dormir."
"¿Y tus padres?"
"Un día se fueron y no volvieron."
"Otro huérfano en está condenada ciudad."
"Calla Bob."
"Chico ven aquí." El último en hablarme me acercó un cigarrillo. "Siéntate con nosotros, es mejor que estar solo."
En silencio me acerqué al grupo de 4, acepté el cigarro que me tendieron y le di una calada.
*Cough *Cough
"Con calma novato, no dejes influenciarte por estos bestias."
Una mujer en sus 40 se acercó a la esquina desde el bar de enfrente con una bandeja con botellas de cervezas y algún plato de pescado frito.
"Dile a Joe que prepare otro plato de este pescado para el chico."
"Si quiere pescado que lo pague, sabes como es Joe con estas cosas. La comida no se regala."
"La pago yo, no te preocupes."
La mujer se fue satisfecha dentro del bar.
"Gracias señor."
"No te preocupes." Mientras se ponía el cigarro en la boca para darle otra calada.
"¿Y normalmente qué haces chico?"
"No tengo trabajo, no soy aprendiz de nadie. Me dedico a robar en el distrito del puerto para sobrevivir."
"Ou. No digas eso cuando María o su marido, Joe, estén cerca."
Asentí con la cabeza.
"¿Vosotros qué hacéis?" Pregunté por curiosidad.
"Pertenecemos al gremio de defensa de la ciudad. Somos un escuadrón, el escuadrón 'Serpiente de Mar'."
"¿Nos conoces chico?"
"Creo que en alguna taberna todavía cuentas historias nuestras."
"Qué buenos tiempos esos en los que éramos jóvenes."
"¿Sois 'Serpiente de mar'? ¿En serio?"
Desde que empecé a dormir en la parte de atrás de los bares y escuchaba a los defensores contar historias de la muralla o de cuando salían de ciudad en ciudad el principal siempre era 'Serpiente de mar', el escuadrón de la ciudad más fuerte.
El mejor escuadrón de la ciudad del Puerto. Así los llaman.
"Jajaja, parece que el chico si que nos conoce."
Los cuatro se rieron en conjunto.
"Toma dale otra calada al cigarro."
Volví a toser al terminar el calo e intentar tragarme el humo.
Después de eso los cuatro me estuvieron hablando sobre misiones que habían hecho y anécdotas. Fue la mejor cena que recuerdo desde hace mucho, mucho tiempo.
Al final me fui por mi lado no quería abusar de ellos.
Llegué a un muro de ladrillos del distrito vacío, el más pegado al muro, que conocía casi de memoria y empecé a escalarlo.
Cuando llegué al techo del edifico de 4 plantas me recibió la vista de una tienda de campaña con todas mis cosas dentro.
"Otro día más con vida."
Me metí en la tienda y me tumbé en un saco rajado que recogí de la calle.
Esa noche me acordé del yo de antes. Mi yo en un mundo diferente.
Me llamo Hiro soy de la Tierra, donde era feliz.
Un día estaba acompañando a mi padre al banco cuando hubo un atraco. Los atracadores estaban nerviosos y empezaron a disparar al techo. Demandando silencio empezaron a apuntar hacia los que estábamos en el suelo. Uno de los atracadores apuntó a mi padre y yo me moví para ponerme entre ellos, cuando disparó. Ese fue mi último recuerdo antes de renacer en este mundo.
Al parecer es un continente llamado Bamgar. Un continente marcado por un virus que afecta a monstruos y personas al ser mordidos. A los infectados los llamamos monstruos, y son clasificados por el tiempo que llevan infectados. No existe la magia, sigo siendo un humano normal, lo único que existe en este mundo es muerte y hambre, fue muy duro al principio. Pero como decía mi viejo, 'en la vida te adaptas o te vas', así que me adapté a mi nueva realidad.
En el continente existen 5 ciudades, desde cada una se consigue un bien preciado.
La ciudad en la montañas de norte en el este, la ciudad de blanco y negro. Conocida por extraer plata y carbón de sus minas.
A la vez en las montañas del norte, pero en el oeste, la ciudad de hierro. Desde donde se extraen principalmente hierro y pólvora. Es conocida como la fábrica. El lugar donde se realizan la mayoría de armas y balas, y objetos hechos de hierro necesarios.
En el sur - este está la ciudad más grande del continente, la ciudad del trigo. Aunque se llame ciudad del trigo se debería llamar ciudad del cultivo, ya que es en la ciudad donde se hacen todos los cultivos necesarios.
En el centro del continente está la ciudad del mercado. También se realizan cultivos, pero es la ciudad del show y del entretenimiento. Además de que es el punto de reunión, conexión, entre las ciudades.
Luego está la ciudad del puerto al sur oeste. No se en el caso de las demás ciudades, ya que nunca he salido del aquí, pero también podemos llamar a esta ciudad la ciudad de la corrupción. Quienes venden la comida y la sal a otras ciudades son los ricos y los que gobiernan esta ciudad.
Yo que vine de un mundo pacífico esto fue un golpe duro, al principio no pude soportarlo y mis padres se desesperaban conmigo hasta el día que murieron. No me acuerdo de sus nombres. Desde entonces estoy solo. Me pregunto si alguna vez les consideré padres.
Hoy por hoy soy un nini, ni trabajo, ni estudio un oficio. En mi anterior vida fui hijo de un cocinero y una oficial del ejército, era estudioso y hacía voluntariados, nunca me había planteado ser un nini.
¿Qué debo hacer ahora?
Noto como mis ojos se van cerrando por el cansancio cuando una voz dentro de mi cabeza habla.
'¿Y qué quieres hacer?'
'No lo sé.'
Al día siguiente me desperté con dolor de cabeza. Al final me acabé acostando tarde recordando cosas innecesarias. Estaba tan cansado que me pareció que hasta mi conciencia me habló.
Salgo de la tienda y me pongo la misma ropa de siempre. ¿Cuánto tiempo llevo sin lavarme? ¿O simplemente lavando la ropa?
"Hoy intentaré conseguir algo de ropa nueva."
Digo al aire como si hubiese alguien que le interese lo que digo.
Dejo el casquillo de bala que encontré un día por la calle dentro de la tienda, junto con el saco y unos zapatos que debería tirar en algún momento de mi nada envidiable vida.
En silencio recorro las calles de Ciudad del Puerto. Es por la mañana y los pescadores se fueron a la madrugada a pescar así que no habrá mucha gente en la ciudad.
Desde la muralla hasta la costa la ciudad se divide en distritos. El distrito vacío, el distrito de los gremios, el distrito de los ricos, distrito del mercado y finalmente el puerto.
Más o menos por el nombre se lo que me puedo encontrar en cada uno. El distrito vacío, pobres. El distrito de los gremios, los edificios de los gremios y tiendas para ricos. El distrito de los ricos, donde los ricos viven alejados de la realidad de la ciudad. El distrito del mercado, donde la gente de la ciudad vive normalmente y donde hay tiendas, fue ahí donde me encontré con el grupo de 'Serpiente de mar'. Y por último el distrito del puerto, donde están los barcos de pesca y almacenes donde se descarga el pescado.
Paso por el distrito de los gremios donde veo los dos principales gremios de la ciudad, el de pescadores y el de los defensores. También había representación del gremio de mercado, gremio del dinero, es decir, un banco, y gremio para el entretenimiento. El último se basa en llevar locales para el entretenimiento como burdeles o casinos, además de hacer espectáculos en fechas determinadas como nuevo año, y una tarea inesperada, son los que mantienen limpias las calles de la ciudad. Me reí mucho cuando me enteré de eso.
Cuando llego al borde del distrito de los ricos respiro profundo.
Es como si por un momento renovara fuerzas.
*Grrrr
Pero parece que mi estómago prefiere que coma algo en vez de aire.
"Eso después, cuando llegue al distrito del mercado, ahora vamos por una camiseta."
La diferencia entre este distrito y los demás es que este se parece más a un barrio de ricos en la Tierra.
El resto de barrios también parecían venir de barrios de la Tierra, pero parecen derruidos en su mayoría. Se usan placas de metal en la parte de los edificios que se caen para mantener un mínimo de la estructura.
Paseo por la calles del distrito rico cuando me encuentro con una mujer cargando un cubo del que sobresalía ropa y empiezo a seguirla.
Cuando gira en una esquina acelero el ritmo para pillarla.
Cuando giro noto que alguien me agarra las muñecas y me las lleva por encima de la cabeza y me alza del suelo. Indefenso y sin fuerza por la sorpresa soy llevado como un muñeco a la pared.
Al levantar la vista veo que es la mujer que estaba siguiendo quien me ha cogido. No esperaba esta fuerza de ella.
La mujer se me acerca a la cara y me habla.
"¿Qué hace un niño tan lindo siguiéndome?"
Si algo he aprendido durante estos años es que quien quiera darte una paliza te la da, ya sea verdad o mentira lo que digas, y además si es mentira y se enteran podría ser peor. Desde entonces digo la verdad y rezo para que la persona de enfrente me deje con vida otro día más.
"Necesitaba una camiseta, y te vi con el cubo lleno de ropa. Pensé en coger una de ti."
Para mi sorpresa la mujer se rio. Podría definirla como la mujer más guapa que he visto en mi vida. Debe ser del gremio de entretenimiento para mantenerse tan limpia y guapa. Además no debería pasar los 25 años.
Para que os hagáis una idea creo que yo ya tengo aquí unos 15 años. En mi vida anterior llegué a los 20, me pregunto si batiré nuevo récord.
La chica me soltó y caí al suelo. La chica se fue en dirección al cubo.
"Si tanto quieres una camiseta ven al bar de Joe esta noche. He quedado ahí con unos amigos."
¿El bar de Joe? Ese es el sitio donde estuve ayer. ¿Desde cuándo tendrán a una chica de compañía del gremio de entretenimiento contratada?
"Adiós chico, nos vemos esta noche." Y se fue otra vez a la calle del distrito rico lanzándome un beso.
Suspiro fuerte cuando veo que se va.
"¿En qué líos me meto?"
Sin pensarlo mucho me levanto, todavía tengo que meterme algo a la boca para comer.
Cargo en mi espalda un cuchillo que ha perdido el filo, pero no se utilizarlo para atacar y soy lento con reflejos. Puede que sea porque nunca he hecho ejercicio, el ejercicio da hambre y no puedo permitirme robar más de lo que ya lo hago.
Cuando llego al mercado me detengo. Debe ser más tarde de lo que creía, está lleno de gente. La gente está haciendo la compra de media mañana.
Ahora el mercado ya no es como las tiendas de donde venía. Si he de decir algo parece que usan lo que eran las antiguas tiendas para dormir y de almacén. Se vende la comida como si fuera un mercadillo.
Con un poco de valentía empiezo a andar entre la multitud. Me acerco a una frutería, con la mano cojo una manzana de una caja y sigo andando. Noto como una gota de sudor recorre mi frente.
"Parece que no me han pillado."
Sigo andando hasta un callejón donde saco la manzana y empiezo a comerla.
"¿Sabes qué la fruta no es barata?"
Escondo la manzana detrás mi espalda.
Realmente no tenía sentido fuese quien fuese ya sabía que la tenía pero bueno.
"Sabes que no vale la pena esconderla, ya he pagado por ella. Disfrútala."
Desde el interior de la calle donde me había metido salió un chico. Uno de los de ayer del grupo de Serpiente de mar.
Es el que me ofreció ayer un cigarro. Tenía el pelo negro no muy largo. Llevaba unos pantalones verdes con 4 bolsillos y una sudadera negra. Podía ver en cada lado de la cintura una pistola.
"Gracias de nuevo señor. ¿Hay algo que pueda hacer para pagar por ello?"
"¿Puedes ofrecer algo?"
Me quedé en silencio.
No podía ofrecer nada. Todo lo que tengo me sirve para sobrevivir. Es lo mínimo.
"No te voy a pedir nada chico. No te pongas nervioso. Por cierto llámame Caleb."
"Gracias Caleb."
"¿Por cierto has pensado que quieres hacer para vivir? No podrás estar robando toda tu vida."
Tragué saliva.
"Ayer lo pensé, pero no se que hacer..."
Me daba vergüenza admitirlo.
"¿Quieres el aprender el oficio de Defensor de nosotros?"
Le miré perplejo.
"Ayer lo cuatro lo estuvimos hablando. Ya tenemos más de 35 años todos. No sabemos que haremos en el futuro cercano. ¿Quieres ser nuestro aprendiz? ¿Quieres convertirte en defensor?"
No sabía que decir.
No es que la idea no se me haya ocurrido, pero los defensores se juegan la vida todos los días. Pero también es verdad que recibes misiones de defensa de convoys y sales de la ciudad. La verdad es que tengo mucha curiosidad.
"No hace falta que me des una respuesta ahora, esta noche en el restaurante de Joe te estaremos esperando."
"Gracias Caleb."
"Y toma."
Me tendió un cigarro con una cerilla, una botella de agua y un bocadillo envuelto.
"Señor esto es..."
"Calla y cógelo."
Me levanté y me doblé por la cadera.
"Muchas gracias Caleb."
No podía negarme, no tenía fuerza para negarme.
"Jajajaja, nos vemos esta noche."
Y se metió de nuevo en la oscuridad del callejón.
"Creo que podría ser defensor. Parece de esas cosas de los mangas donde uno se hacía aventurero."
Me reí para mi mismo.
"Pero esto es de verdad. Aquí hay infectados organizados. Los que más tiempos llevan infectados tienen conocimiento y quieren acabar con los vivos."
¿Qué hacer?
'¿Quieres vivir como un defensor?'
La misma voz de ayer por la noche que me habla directamente a la cabeza.
'¿Por qué no?'
Lo que apareció en frente mía me sorprendió. Casi grito de la sorpresa.
¿Qué es esto? ¿La comida estaba drogada? ¿Ha sido la voz en la cabeza?
Pasé la mano por en medio y no pasó nada.
Con mi mente pensé en 'Desaparecer' y desapareció. Pensé 'Aparecer' y volvió a aparecer.
Delante mía tenía un ¿estado? ¿Se llama así verdad? Era como en los juegos.
No podía creer lo que ven mis ojos.
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Nombre: Hiro
Trabajo: Aprendiz de Defensor
Nivel: 0
Puntos de habilidad: 0
>Árbol de habilidades
>Récords
>Títulos
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¡¿Qué cojones ha pasado?!
Primer capítulo de esta historia de supervivencia.
Si te gusta comenta y añadelo a tu biblioteca para no perderte los siguientes capítulos.
"¿Qué haces chico?"
Un viejo que paseaba por la calle central del comercio me despertó de mi empanamiento.
Aún en shock y sin responder al viejo me giré en dirección del callejón con todo lo que me había dado Caleb.
Empecé a correr.
No podía pensar con claridad.
En mi mente solo pensaba 'Desaparecer' y 'Aparecer'. Veía como el menú se desaparecía y aparecía de nuevo delante de mis ojos.
Después de correr durante durante un rato estaba con los ojos cerrados.
"Por favor que sea mentira, por favor que sea mentira."
Abrí los ojos y no había nada. Me tensaba.
'Aparecer'
Delante mía volvió a aparecer el menú.
"Que cojones."
¿Ahora mi vida es un juego?
Me dolía la cabeza.
*Grrrr
Mi estómago me despertó de mi pensamiento.
Apenas mantenía lo que me había dado Caleb y la manzana entre los dos brazos y mi cuerpo.
Me senté en el suelo apoyado en el muro y empecé a comer el bocadillo mientras probaba este nuevo estado.
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Nombre: Hiro
Trabajo: Aprendiz de Defensor
Nivel: 0
Puntos de habilidad: 0
>Árbol de habilidades
>Récords
>Títulos
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Con que nivel 0 y puntos de habilidad 0. Supongo que no me lo ponen fácil al principio.
Se parece al de los estados de los videojuegos pero no hay barra de vida, resistencia o MP.
"Supongo que realmente la magia no existe en este mundo."
Me fijé entonces en los tres sub-menús que aparecen. Probando a abrirlos con el dedo me di cuenta de que estaba haciendo el tonto hasta que pensé en abrir los sub-menú.
El menú de récords y títulos estaban vacíos, pero cuando abrí el menú 'Árbol de habilidades' me sorprendí.
En el centro había un círculo del que salían rayas que conectaban con otro círculos de los cuales salían más rayas. Moviendo el árbol de habilidades como quería podía leer la habilidades que había.
Pasos silenciosos, Mejora de puntería nivel 1, nivel 2 y nivel 3, machete, navaja, espada, arco, ballesta, pistola pequeña, ametralladora, arma pesada... Todas se subdividían e iban a otros círculos más pequeños.
Cuando me volví a parar en el círculo del medio se leía:
'Ojo analítico 1: Condiciones cumplidas. Desbloqueable.'
¿Condiciones cumplidas?
Encima de la habilidad apareció un cuadro de texto en el que aparecía en verde la condición cumplida.
'Convertirse en aprendiz.'
¿Ya está? ¿Solo eso era necesario?
Suspiré. Lo que me estaba pasando es de locos.
'¿Desbloquear 'Ojo analítico 1'?'
Necesitaba un segundo para procesar todo.
Me quite el estado de la vista y seguí disfrutando del bocadillo que me dio Caleb.
"Hace años que no como algo así."
Estaba comiendo un bocadillo de filete de atún con mayonesa.
Antes de darme cuenta estaba llorando.
En silencio, sin pensar en nada seguí comiéndome el bocadillo.
En el fondo me había vuelto a dar cuenta de la realidad.
Estoy en otro planeta. Estoy en otro lugar. Si hay un gran ataque de infectados lo más seguro es que muera.
Se luchar, pero no he matado a nadie ni a nada. ¿Realmente está bien que sea un defensor?
Aspiro hondo.
Expiro.
Aspiro.
Expiro.
Aspiro.
Expiro.
Aspiro.
Me tranquilizo.
En un estado más tranquilo me enciendo el cigarro y me pongo a fumarlo intentando no toser demasiado.
Acompañado de la botella de agua decido abrir de nuevo el estado.
Nada ha cambiado.
Me meto en el árbol de las habilidades y a parte de 'Ojos analíticos 1' en color verde, le resto sigue en negro.
'¿Desbloquear 'Ojos analíticos 1'?'
El estado me preguntaba de nuevo.
Tragué saliva.
"Sí."
La habilidad cambió de verde claro a azul.
No pasa nada. Desactivo el menú y miro alrededor sin cambios.
Entonces me di cuenta de que para el menú le decía 'Aparecer' y 'Desaparecer'. Con una habilidad debe haber otra palabra...
"¿Tal vez 'Activar'?"
'Activar 'Ojos analíticos'.'
Activo la habilidad mientras miraba el cigarro.
'Medio cigarro'
Me apareció una caja de texto con una flecha.
Empecé a activarla en cada cosa que veía, hasta el punto de que no solo tenía que pensar qué era lo que estaba viendo para que el mensaje apareciese.
Impresionante.
Fui corriendo por las calles de la ciudad activando la habilidad en casi todo lo que veía.
Solo aparecía el nombre, pero eso en si, eso es impresionante.
En un momento de iluminación decidí probar una cosa.
Probando la habilidad había llegado al puerto y me fui a una cala apartada donde nadie iba.
Hice aparecer el menú.
Activé la habilidad sobre el menú.
'Sistema de supervivencia.'
Bueno, creo que es un buen nombre.
"Supongo que entonces tu intención es ayudarme a sobrevivir en este mundo."
En silencio, decidí aceptar la realidad. Probar la habilidad me había puesto de mejor humor.
Si es un sistema de supervivencia no me puede hacer mal, y además, ya ha probado que puedo confiar en él. Por lo menos un poco.
Y eso es algo muy importante en este mundo.
Aprovechando que estaba en el puerto me bajé de la cala a una zona de baño.
Normalmente hay alguna persona descansando, tumbado en la arena, viendo el movimiento del oleaje.
Pero como es la hora de comer, la única persona que está soy yo. Sonreí satisfecho.
Rápidamente escondí mi ropa detrás de una roca y me metí corriendo en el mar.
La sensación de flotar sobre el mar, esa tranquilidad, ese momento de paz, que da igual en que mundo estés, sientes lo mismo.
Después de un largo tiempo jugando en el mar, a bucear, a chocarme contra las olas decidí salir y tumbarme en la roca al Sol.
Antes de saberlo me quedé dormido.
Desperté cuando todavía seguía en la roca, pero con un dolor de estomago increíble.
Desde la cala se veía el anochecer.
Me vestí, y fui yendo al bar de Joe. Pero como todavía era un poco pronto me paré en la azotea del edificio donde está el restaurante.
Estaba viendo el árbol de habilidades.
"Con que hay ojo analítico 2 y 3."
El siguiente nivel de ojo se abre a nivel 3 y necesita 2 puntos de habilidad para desbloquearse.
'Mejora de puntería 1' es uno de los círculos siguientes. Se desbloquea a nivel 5 y necesita 3 puntos de habilidad.
También está 'Manejo de cuchillo'. Que se desbloquea a nivel 1 y necesita 1 punto de habilidad.
Ahora el problema está en que si utilizo el punto de habilidad para manejo de cuchillo tendré que esperar a nivel 6 para poder comprar 'Mejora de puntería 1'.
Un rato después me di cuenta de que había algo que me faltaba. Las habilidades era casi imposible conseguirlas al nivel en el que se ponían disponibles si por nivel me dan un punto de habilidad.
"Bueno con calma."
En silencio agacho de nuevo la cabeza al bar de Joe y veo que está el grupo de serpiente de mar sentado en una mesa en la misma esquina de ayer.
Por curiosidad activé ojo analítico sobre ellos para saber cómo funciona.
Me apareció un mensaje más extenso que cuando lo uso sobre objetos.
'Caleb. Defensor. Serpiente de mar.'
Tengo curiosidad de cómo serán ojos analíticos 2 y 3. Hasta dónde podrá llegar la información que reciba de un simple vistazo.
Con cuidado de no molestar bajo por la parte de atrás del edifico y me acerco a ellos desde la calle.
"¡Chico has venido! Teníamos miedo de que no aceptaras nuestra invitación."
"Habla por ti Bob."
"Parece que Valen te convenció."
"No hice nada, solo le dije que se lo pensara."
Me doblé por la cintura y les agradecí.
"Esta mañana cuando Caleb se me acercó no creí que fuera en serio y menos si la aceptaría. Pero he pensado mucho sobre ello y si me aceptáis estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para ser un gran defensor como ustedes."
Los cuatro se quedaron en silencio un momento.
"Bien dicho chico, así se habla."
Bob fue el primero en hablar.
Caleb me tendió un cigarro.
"Me caes bien. Toma y siéntate con nosotros."
"Jajaja ya eres uno de nosotros."
"Tienes un gran futuro."
"Gracias. Y me he dado cuenta de que no os he dado mi nombre. Soy Hiro."
"Soy Caleb, aunque ya lo sabías." Es el que parece más joven de los cuatro pero mayor. Tiene el pelo corto marrón y parece fuerte.
"Me gusta tu nombre, soy Bob." Una hombre al que le falta la mitad de arriba de la oreja derecha, tiene un poco de peso demás y la barba sin afeitar.
"Yo soy Luigi." Alto, delgado, un bigote negro, y pelo negro con una gorra gris encima. Solo falta Mario.
"Yo soy el líder de este pequeño grupo de sinvergüenzas. Yo soy Alex." Una persona con barba y bigote blanco bien cuidado. Tiene el corte bastante corto y es bastante grands de cuerpo, incluidos sus músculos.
"Yo soy Ana."
Me quedé congelado en el sitio. Esa voz...
"Parece que el novato también se puede asustar."
Los cuatro que tenía en frente se empezaron a reír cuando aparecieron la mujer que intenté robar esta mañana y la mujer de Joe.
"Parece que has venido al bar de Joe. Pero no esperaba verte sentado con el grupo con el que había quedado."
"¿Os conocéis?"
"De hoy. Esta mañana estaba paseando por el barrio rico con un cubo de ropa e intentó robarme una camiseta."
Los cuatro delante mía se volvieron a reír de mí mientras me ponía rojo.
"No puedo negar que tienes huevos chico."
"Toma anda."
Ana me tiró una camiseta.
"Gracias." No puedo negarla aunque quiera.
"Ella es una defensora como nosotros."
"La chica que mata en silencio."
La volví a mirar de arriba a abajo.
No podía creerlo. Parece más una chica de compañía que una defensora.
"¿Quieres probarlo en tus propias carnes?"
Ana movió una mano a la navaja de la pierna.
Negué rápidamente con la cabeza.
"No le puedes culpar. En esta ciudad de mierda las únicas que van limpias son las chicas de compañía del gremio de entretenimiento."
"Un día en esta ciudad y no puedo aguantarla. ¿Cómo se supone que se vive en estas condiciones? Vaya desastre todo."
"¿De qué ciudad eres?" Pregunté un poco emocionado. Nunca había salido de la ciudad así que tenía mucha curiosidad.
"De la ciudad del grano, aquí creo que la llamáis ciudad del trigo."
"¿Cómo es?"
"Es la ciudad más grande del continente. Desde el mar hasta casi la ciudad del mercado. El más pobre tiene una casa y todo el mundo es feliz."
"¿Incluso los que trabajan el campo desde la mañana temprano?"
Ana me miró un poco extrañada. ¿Hablé de más?
"Bueno ellos comparten casa normalmente..."
"Parece que el chaval sabe más de lo que parece."
Me rasco la cabeza mientras sonrió intentando aparentar que es algo normal.
Después de aquello estuvimos hablando y disfrutando de una pequeña comida.
Cuando ya llevamos mucho tiempo el escuadrón serpiente de mar se despide.
" Teníamos una cita ya. No podemos llegar tarde."
"Hiro nos vemos mañana por la mañana en frente del gremio de defensa con todo lo qhe tengas."
Asentí.
"Adiós Ana. Nos vemos mañana. Adiós chico."
Cuando vi sus espaldas yendo por la calle Ana suspiró a mi lado.
"Esto es lo único que no me gusta de esos 4."
"¿El qué?"
"Ahora están yendo con las chicas de compañía del gremio de entretenimiento."
"Ah."
A mi lado vi a Ana con un cigarro en la boca. Llevaba una camiseta de tirantes marcando su pecho.
"D, tal vez C."
"¿Qué dices?"
Me tape la boca consciente de lo que acababa de decir.
Menos mal que en este mundo no existe la cultura esa de clasificar los pechos.
"Nada, estaba perdido en mis pensamientos."
"¿Mientras veías mis pechos?"
Me puse rojo.
"Que va Ana. Habrá coincidido, pero yo no estaba viendo tus pechos."
"¿Es así? Y yo que te iba a dejar tocarlos."
"¿Eh?"
"¿No quieres?"
Ana se miraba sus pechos con pena.
Una actuación malísima.
"Por favor, para de probarme."
Ana me miró sorprendida y sonrió.
"¿Dónde sueles dormir?"
"Sí no llueve tengo una tienda montada en una azotea del distrito vacío."
"¿Me llevas?"
La miré más sorprendido de antes.
"No tengo nada especial que enseñar."
"Le vas a decir que no a una dama."
Se agachó lo suficiente para que pudiese ver sus pechos desde arriba de la camiseta de tirantes.
Suspiré.
"Sígueme."
"Bien." Ana parecía feliz. "La cena y la bebida ya la han pagado los viejos esos. Así que andando."
La fui guiando por la ciudad mientras me preguntaba dudas de cómo había vivido hasta ahora.
Detrás mío ella escaló el muro de ladrillo también sin dificultad.
Cuando me dirigía dentro de la tienda para enseñarla que no había nada de interés ella me cogió por un brazo y me tumbó en el suelo de la tienda y se sentó encima mía.
"Llevo mucho tiempo sin disfrutar de un hombre. ¿No quieres disfrutar Hiro?"
Su mano se deslizaba entre mis piernas.
No podía aguantarme más.
Le quité la camiseta de tirantes y empecé a chuparle sus pechos mientras una mano la dirigía a su entrepierna.
"Parece que sí que sabes algo."
Nos miramos fijamente y nos besamos.
Ella me quitó la camiseta y empezó a bajar besandome todo el cuerpo. Era la primera vez que alguien me hacía algo así.
Cuando llegó abajo me quitó el pantalón y empezó a lamer. Después de un rato la cogí de su coleta marrón y la obligue a hacer una garganta profunda un par de veces.
Se levantó y me miró.
"Ahora me toca a mí."
Se sentó en mi cara. Estaba claro que es lo que tenía que hacer. Ya estaba húmedo así que lamía mientras de fondo se escuchaba algún que otro gemido.
Después estuvimos haciendo el amor, con cuidado de no correrme dentro.
Al terminar unas cuantas veces me tumbé a su lado.
No puedo creer que mi primera vez en este mundo sea con una chica mayor que yo, además tan buena...
"¿Tienes un cigarro Ana?"
"En mi pantalón."
Me puse mi pantalón, cogí un cigarro y salí de la tienda.
Deberían ser las 2 o 3 de la mañana.
Me acerqué al borde del edificio y me apoyé en el muro.
Desde donde estaba se podían ver los edificios de los gremios, las casas del distrito rico, los locales del distrito comercial y el puerto. Con el mar de fondo y la luna a lo alto.
"Bonita vista."
Ana me abrazó por detrás. Yo le ofrecí una calada.
"Sí que sabes tratar a una señorita."
Sonreí.
"Realmente no te comportas como un chico de 15 años sabes."
Supongo que tiene razón. Teniendo veinte años de experiencia en otro mundo supongo que tengo la misma edad que a los que llama viejos.
"Debe ser porque he llevado este tipo de vida."
Ella me daba un beso en la mejilla, todavía abrazada a mí por detrás.
"Y por cierto, antes me habías dicho que eras virgen, pero me estabas mintiendo ¿verdad?"
Sonreí y me di la vuelta para mirarla fijamente a los ojos.
"No, tú has sido la primera."
Acto seguido nos volvimos a besar bajo la luz de la luna.
A la mañana siguiente Ana todavía seguía en la tienda a mi lado.
¿Cómo debo comportarme?
Mirando al rededor me fijé que ni siquiera tenía comida que ofrecer.
"Buenos días Hiro."
"Buenas. Esto..."
"Sí."
"No tengo nada de comida, normalmente la robo así que no se que hacer ahora..."
"Jaja, estás tan mono cuando te preocupas por mí." Me besó. "No te preocupes, deja que tu novia te invite a desayunar hoy."
¿Novia? ¿Ya tan rápido? Suspiré.
"Gracias."
Al vestirnos y desayunar algo que compramos en el mercado fuimos al gremio de defensa.
Cuando entré había una gran entrada de altos techos con una secretaría a la derecha.
Dentro del edificio se podía ver gente yendo y viniendo con armas colgadas a sus brazos. Puse la habilidad 'Ojos analíticos' a trabajar.
"Todo tipo de armas..."
"¿Sabes de armas?"
"Sí..."
No podía decir que aprendí a luchar y defenderme porque mi madre en la Tierra me enseñó.
"Un viejo me enseñó cuando era pequeño."
"Hey chico, has venido."
Bob me saludó mientras cargaba un M-16.
A su lado Caleb con un cigarro y un Ak-47 también me saludaba.
¿Ambos cargan espadas en la cintura?
"Hiro venga te voy a enseñar esto y tú, Ana, también vente, te enseñaré como es el gremio aquí."
Estaba emocionado por lo que venía.
Si os gusta el capítulo dadle una oportunidad más a los siguientes capítulos que vienen.
Y sobre escenas como las de este capítulo no van a ser comunes.
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