En el hotel.
Cuando Shen Fanxing salió de la ducha, vio a Bo Jinchuan sentado en el sofá fuera de su dormitorio en la suite. Su figura alta y robusta exudaba un aura de nobleza, y al mismo tiempo, parecía confiable, maduro y extraordinario.
Él estaba allí viendo el oscuro océano azul a través de las ventanas francesas. Su expresión era fría y profunda, y nadie podía decir qué pasaba por su mente.
Shen Fanxing se sintió un poco preocupada. Caminó lentamente hacia él y se inclinó para sentarse a su lado.
Un ligero aroma se filtró en su nariz y Bo Jinchuan se volvió para mirarla. Una cálida sonrisa apareció en su rostro.
Él envolvió su brazo alrededor de sus hombros y la atrajo más cerca de su pecho.
Shen Fanxing se inclinó hacia él obedientemente.
—¿Qué pasa? —dijo ella.
—¿Eh? —Su gran palma presionó contra su cabello mientras la acariciaba suavemente.
—Algo parece preocuparte.
Algo cruzó por los oscuros orbes de Bo Jinchuan mientras asentía con calma.