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Bajo la cobertura de la oscura noche, Rain y Seara se zambulleron en el océano y empezaron a nadar hacia el castillo submarino. El agua se volvía más fría a medida que se adentraban, pero eso no les hizo disminuir la velocidad. Estaban en una misión importante y no había tiempo que perder.
La capital submarina estaba silenciosa y tranquila cuando Rain y Seara llegaron. Podían sentir la presencia de gente, pero el número era bastante pequeño... la única explicación era que la mayoría de ellos había dejado el área para luchar contra los dragones.
Pocos guardias había en el castillo, pero no detuvieron a esos dos ni les dijeron que el emperador no estaba allí. Aunque él normalmente no trabaja de noche, encontraron a Seadrei en su trono estudiando los mapas submarinos de la zona.