El carro ya los estaba esperando afuera, ya que estaban enviando algunos recursos a la sucursal de la organización. Normalmente, ese tipo de trabajo no necesitaría que nadie de la guild lo hiciera. Sin embargo, parecía que había un plan para que la organización mantuviera algunos caballos, carruajes y carros en caso de emergencia. Estaban comenzando a operar en áreas bastante lejanas, así que tenía sentido que pensaran de esa manera.
—Ustedes pueden simplemente pararse en el carro si quieren entrenar tanto sus cuerpos —dijo Rain mientras tomaba las riendas del vehículo—. Yo puedo manejarlo por mi cuenta.
—Suena como un plan —dijo Jori.
—Solo espero que todo este peso no dañe el vehículo... —dijo Liss y luego suspiró—. Por cierto, has crecido mucho, Rain. Ahora eres tan alto como yo... es molesto ser ahora el más bajo del grupo.