—Mi querida hija —dijo, suavizando su voz. Su mirada demostraba un especial cariño cuando se posaba sobre Branden—. Ella ha elegido su propio camino, al igual que tú, Branden. Y observando tu travesía, me recuerda las cualidades que hacen a un verdadero líder, un verdadero protector de nuestro reino. Espero que puedas encontrar la felicidad con ella. Se dice que un gobernante debe buscar el consejo de aquellos que encarnan los mismos principios que guían nuestra tierra. En este espíritu, encuentro apropiado reconocer no solo tu valor, sino tu compromiso inquebrantable con nuestro reino. Un silencio se apoderó de la sala mientras las palabras del Rey llevaban consigo un peso profundo.