El comerciante Warter se movió muy rápido. No perdió ni un minuto y comenzó a llevar las órdenes de Link y sus 20 000 monedas de oro por todo el continente la misma noche en que Link le había dado las instrucciones. Se movió muy emocionado porque sabía que con la construcción de la propiedad de Link en marcha, su firma Hoja Verde se expandiría a un ritmo explosivo. Esto le traería dinero inagotable. Entonces, su sueño de construir un imperio comercial ya no sería pura fantasía.