Al parecer la noticia de la muerte de Rokar se corrió velozmente entre el resto de bandidos, pues pasaron dos días en que, aunque el olfato de Kuro los capto, no se atrevieron a cruzar la línea de la tupida selva de pinos.
De pronto un viento heladizo escarcho absolutamente todos los arboles de una amplia zona en el que el bosque se abría. Kuro pegó una amplia olida y pareció quedar igualmente congelado.
-sientes eso Arzelen-.
-parece ser- demoró un momento en quedar pasmada, asustada; - una magia muy poderosa-.
-es- impresionantemente tragó saliva; - un dragón adulto-.
- ¡qué demonios! - gritó aterrada; -seguro qué esa nariz tuya no está tapada-.
-no-hizo una suave caricia a Uxor que comenzó nuevamente a avanzar.
- ¡Kuro! ¿Qué demonios haces? - interrogó enfadada mientras trataba de frenar al can tirándolo de los pelos.
-no te preocupes Am, olvidas que es lo que hago, matar dragones- rio forzosamente.
-y dime ¿cuántos has matado? - reclamo golpeando la armadura del cazador.
-eso es lo de menos-.
De pronto, entre los árboles, apareció la figura de una mujer, en tanto la vieron una presión abrumadora, en forma de ventisca los golpeo. Uxor gruñó.
- ¿qué esperan? - preguntó la mujer, con una voz seductora, burlona; - los he estado esperando-.
Los ojos de la mujer parecían dos preciosos astros helados, su cabello suelto, azul, se movía impulsado por la misma energía que desprendía. No era humana, solo lo parecía, para Am pareció la visión de una princesa de hielo, vestida con hermosos atavíos del mismo color que su pelo, parecía ser un vestido corto, hasta poco más abajo de la cintura. Para abajo cubriendo sus piernas, unas largas botas de un azul más intenso.
Kuro clavó su mirada en su seno izquierdo, no por lívido, sino por la marca que llevaba bordada su vestido. Un pequeño dragón serpenteante.
-no has estado siguiendo, no es así- se puso en posición de combate; -Fary Furiazul-.
-no estarás hablando enserio- interrogo Am a su compañero.
-astuto- sonrió la dragona; - no esperaba menos de un Corazón de Dragón-.
Todo era verdad, todo cuanto le había dicho durante el viaje.
-Ni se te ocurra enfrentarla- le reclamó la joven.
-eso depende de qué tenga que decir-.
Fary rio acercando su guante a la boca.
-Buscas a Axaz, lo sé, pero- lo miró como a un niño; -aún no estás preparado-.
Arzelen repaso un poco la información que tenía sobre la reina roja, y el lugar donde se encontraría, no debía de ser peligroso.
-él solo quiere uno de sus cabellos, no haremos alborotos en la reunión-.
-eso- continúo la azul; - no es lo que me preocupa, y no necesitan saberlo-.
Kuro bajó de Uxor. Aterrada, Am vio como caminaba hacia la dragona al momento que sus cabellos cambiaban nuevamente a ese verde toxico. Iba a pelear con ella, parecía ser que su aventura terminaría rápidamente.
-Arzelen, no se te ocurra intervenir- dijo con rudeza; -no responderé si te hiero de accidente-.
La maga, no respondió, sabía que no estaba hablando con el mismo Kuro, con algo de tristeza abrazo a Uxor, era muy cálido.
El cazador apenas pudo reaccionar al repentino puñetazo de Furiazul, puso su escudo entremedio y sorprendido vio cómo se abollaba, ¿esa era la fuerza de una dragona adulta? Respondió con una estocada ardiente que la mujer esquivo con suma facilidad, arremetiendo con una interminable seguidilla de puños que siguieron abollando el escudo de Kuro hasta que quedo como un plato, tuvo que botarlo, ya no tendría con que defenderse de los brutales ataques de la dragona.
-enserio piensas seguir- dijo la mujer con una voz más seria y firme; - Corazón de Dragón-.
-no me rendiré tan fácil- respondió escupiendo una llamarada de fuego que Fary volvió a esquivar con una pirueta hacia atrás; -menuda bestia-.
-cuida tus palabras, cachorro-.
Am miró impactada, la fuerza bestial que vio anteriormente no era nada comparada a la de Furiazul. Vio esta vez como Kuro enterró inesperadamente su espada en el suelo y este se agrieto en un radio de varios metros saliendo vapores toxico que impidieron que la dragona lo envistiera por unos segundos. Desde su posición privilegiada observo atónita como Kuro esta vez se desasía del casco y su pelo se alargaba convirtiéndose en electricidad pura. Era, un Dragón Tormentoso.
Fary pareció temer a esta transformación, pues cambio su postura de combate a una defensiva, solo un instante, luego acerco una mano al suelo y en el momento que Kuro pareció moverse a la velocidad del rayo, una ola de energía arcana la envolvió haciendo revotar el ataque del cazador que logró caer de pie.
-Impulso arcano- pronunció la dragona, Kuro no esperó, una y otra vez se lanzó sobre Fary siendo repelido siempre por la pompa de energía.
Lo intento otra vez, pero en esta, la mujer respondió lanzándose a intervenir el ataque, Kuro aumento la velocidad, pero Fary fue más rápida tomando a Kuro de la cara, clavándolo en el suelo.
-Age Ace- pronunció, y Arzelen vio ahora, porque antes sus tiernos ojos solo vieron destellos de luces, como Kuro se congelaba lentamente, hasta quedar hecho una estatua de hielo, ahí, tirado en el suelo.
- ¡No! - gritó Am, quien no tuvo que ordenar a Uxor que emprendiera, furioso, carrera hacia Furiazul.
La dragona recibió tranquilamente, apenas cubriéndose con las manos, las bolas de nieve que Am lanzaba rodeándola.
-eres muy débil, humana- le dijo Fary tomando una de las bolas en el aire y devolviéndosela justo en el vientre, lanzándola abajo de Uxor, el can se dio vuelta y sollozo lamiéndole la cara, estaba inconsciente; -hazles un favor a todos y vuelve a tu consejo-.